Respuestas
Respuesta:
cambiara drasticamente
corona a mejor respuesta
Explicación:
el motivo es sobre la funcion de la biblioteca es buscar En un libro una determinada tarea y tenias que acudir a la binlioteca ya alli habia variedades de libros con diferentes temaa
al cambio enel internett esta todo los temas
eso conlleva una minoria de peraonas que busquen ir a las bibliotecas
Respuesta:
hola
Cuando hace apenas unos 10 ó 15 años se hablaba de vivir en una época de "boom" de la información, no se estaba ni medianamente cerca de imaginar lo que ocurriría a corto plazo con el acceso real y la popularización de los medios tecnológicos. Todavía en fecha tan cercana como los inicios de la década del 90, se trataba de entender el "nuevo orden internacional de la información", el "flujo transfronteras de la información" o las "autopistas de la información", pero más como ejercicio profesional que en función de una realidad, muy superada en estos momentos. Entonces surge una pregunta básica: ¿qué función desempeñarán, aunque de hecho ya realizan, los bibliotecarios en las condiciones de este nuevo entorno informacional?
Las telecomunicaciones
La implementación de los servicios de telecomunicación repercutieron inmediatamente en el trabajo de los bibliotecarios, al aumentar los volúmenes de información a los que se puede acceder. Internet permitió llegar a un amplísimo universo de datos, bien en forma de referencias o como fuentes de texto completo, todo ello con independencia de su ubicación geográfica. Se rompieron así las fronteras y se accedió a los fondos bibliográficos mediante un nuevo canal de comunicación de alcance global.
No quedan dudas que esto fue una especie de "panacea o paraíso" para todos aquellos que se dedicaban a la actividad de proveer servicios documentarios.
Ahora me vuelvo a referir a un tiempo tan cercano como la segunda mitad de la década de los 80, todavía se trazaba como meta establecer el mejor sistema posible de intercambio bibliotecario. Si se recuerda la situación de un país como Cuba, limitado de recursos, en el que se veía como única solución el establecer un buen trabajo de canje, cuyo resultado generaría un intercambio capaz de engrosar los fondos con obras las cuales no se podían comprar. La otra variante, obvia por demás, era lograr unas buenas relaciones con entidades capaces de realizar donativos. En aquellos tiempos disponer de una obra de referencia actualizada, incluso un buen diccionario, se convertía en un logro y aseguraba, de hecho, una alta concurrencia a la institución. Claro, no es posible olvidar tampoco que los bibliotecarios tenían que actuar como guardianes permanentes para que no se mutilaran las obras porque las fotos y las gráficas en general, eran muy llamativas.
Una década más acá, cuando a través del Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT) se estableció en Cuba el acceso remoto a bases de datos, radicadas principalmente en los países de Europa Oriental, se abrió un caudal de información que advertía lo que ocurriría después. Eran tiempos en que nos sentíamos satisfechos con cantidades "impresionantes" de textos acompañados por algún que otro gráfico, las referencias nos hacían "la boca agua" por un respaldo a texto completo que llegaría tal vez un mes o varias semanas después.
Explicación: