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Respuesta:El género, en realidad, lo que hace es facilitar la realidad en la que el ser humano convive y ayuda en todo lo referente a la ciencia. ... La importancia está es que gracias al género hemos podido catalogar cualquier palabra o concepto y se podrá hacer con todas las nuevas palabras y conceptos que puedan aparecer.
Respuesta:
Cuando hablamos de género, lo primero que nos viene a la mente es lo masculino y lo femenino.
El género debería servir únicamente para catalogar y no para describir observaciones subjetivas que, en realidad, no están basadas en conceptos reales.
El género, en realidad, lo que hace es facilitar la realidad en la que el ser humano convive y ayuda en todo lo referente a la ciencia. Está claro que es necesario catalogar la flora y la fauna, incluidos nosotros mismos, por su género, pero todo lo que no sea rigurosamente científico puede caer en la subjetividad.
La subjetividad es personal e individual, por lo que podemos cargar de prejuicios todo lo que sea referente al género. Esto, si vemos el género desde el punto de vista biológico. Si lo vemos desde el punto de vista del tema que trata, podemos hablar del género literario, musical, cinematográfico, las ciencias sociales, etc. Es decir, que podemos hablar de géneros, artísticos, literarios, científicos, filosóficos, etc.
Gracias a este concepto podemos diferenciar sin discriminar, podemos entender nuestra realidad desde el punto de vista biológico, pero también desde el punto de vista cultural, económico y social de un país. La importancia está es que gracias al género hemos podido catalogar cualquier palabra o concepto y se podrá hacer con todas las nuevas palabras y conceptos que puedan aparecer.
Asimismo, hay que tener en cuenta que cuando se habla de género hay que dejar de lado cualquier tipo de connotación negativa ya que, de no ser así, afectará a la normal convivencia o a la aceptación del género de una palabra, concepto o cualquier otro elemento de catalogación.
La relevancia del género no está en catalogación del mismo, está en la interpretación, personal, individual y subjetiva que hagamos del mismo. El género nos diferencia, nos cataloga y, al mismo tiempo, nos iguala.