a que te comprometes para mejorar y colaborar con tus aprendizajes
Respuestas
Respuesta:
Si quieres saber si tu meta la deseas de verdad y si tiene posibilidades de éxito, hazte estas 10 preguntas:
1. ¿He escrito mi meta?
Escribe tu meta de forma específica en positivo, define qué quieres conseguir, cómo, cuándo, dónde y por qué. Ejemplo: si tu objetivo es bajar de peso, tu meta podría de ser: pasear durante dos meses todos los días una hora, o también, hacer 5 comidas ligeras consumiendo máximo 2000 calorías al día. El proceso de escribir es importante porque hace que pases al plano de la consciencia, a comprometerte contigo mismo, a sincerarte, a fijarla en tu mente y concentrarte en lo que quieres y en tu objetivo.
2. ¿Es realista para mí, está a mi alcance?
Piensa en el grado dificultad. Tu meta debe ser realista y alcanzable. Si te pones una meta demasiado grande puede que enseguida te frustres y no lo consigas nunca. Puedes empezar de menos a más o dividirla en metas más pequeñas y amoldarlas a tus necesidades y recursos (en nuestro ejemplo anterior bastaría con pasear 3 días a la semana). También piensa en tus éxitos pasados.
3. ¿Merece la pena?
Si vas a dedicar parte de tu tiempo, esfuerzo, dinero etc. a conseguir una meta, debes tener claro todos los beneficios y motivos por los cuales deseas conseguirla porque están alineados con tus principios y valores.
4. ¿Tiene fecha límite?
Establecer una fecha límite hace que te concentres en ella y logres ser más productivo. Pon una fecha razonable en función de la dificultad. No tengas prisa por lograr la meta, el tiempo nunca debe ser un impedimento sino tu aliado. Tiene que ser una meta alcanzable.
5. ¿Es afín a mis valores?
Nuestros valores sirven de guía la hora de decidir o actuar. Si tu meta va en contra de tus propios valores y prioridades fracasarás desde el primer momento. Ejemplo: si para ti es importante disfrutar de la familia, no decidas metas que menoscaben este valor, busca la manera de integrarlo.
6. ¿He identificado los obstáculos y los recursos necesarios?
Está claro que sin obstáculos no hay meta. Escribe todos los obstáculos que encuentres y las soluciones o recursos. El primer obstáculo puedes ser tú mismo. Por recursos se entiende todo lo que necesitas: desde tener una mente positiva a personas que te ayuden, tiempo, dinero, herramientas, información, etc.
7. ¿Tengo un plan de acción?
La meta sin un plan de acción es un mero deseo. Es la manera de verificar que realmente llevas a cabo las acciones previstas. Anota tus acciones en tu agenda o calendario con sus tiempos y fechas límites e intégralo con el resto de tus actividades. Revisa, corrige, mide tus avances. Tu plan es tu hoja de ruta, la forma de hacer tangible tu meta.
8. ¿La he visualizado en mi mente?
Visualizar de principio a fin es una técnica que ayuda más de lo que pensamos a conseguir nuestro reto. La mente no distingue entre lo real y lo imaginario y podemos hacer creer a nuestro cerebro que podemos conseguirlo. Así entrenan los deportistas de élite. Para visualizar puedes pensar todos los días en el resultado exitoso con todo lujo de detalles o pegar alguna foto o imagen relacionada en lugares visibles.
9. ¿Estoy disfrutando desde el primer momento?
Es importante disfrutar del proceso de la meta. Para ello debes olvidarte del resultado inmediato porque sinceramente el objetivo final no es lo importante. Y quien entienda esto conseguirá alcanzar su objetivo más fácilmente. Disfrutar es simplemente sentirse motivado en el presente, cumplir con el trabajo, comprobar los avances, en definitiva, concentrarse en la meta te permitirá disfrutar a pesar del esfuerzo.
10. ¿He tenido en cuenta cómo protegerla?
Cuando tienes una meta clara y decides ponerte a trabajar en ella, no puedes dejar que otros interrumpan o interfieran, debes protegerla como si fuera tu mayor tesoro. Decir “no” cuando sea necesario hará que te concentres en lo tuyo. Lo mejor para evitar distraerte es establecer tiempos y rutinas diarias.
Dice la frase «Para alcanzar algo que nunca has obtenido tendrás que hacer algo que nunca hiciste».
Con estas 10 preguntas deseo animarte a que desarrolles cualquier meta de forma consciente y disfrutes del proceso. Piensa en cosas que siempre has deseado, aprovecha una oportunidad que se te presente o cambia tus circunstancias. Lo peor que te puede pasar es que seguramente consigas mucho de lo que querías y descubras otros grandes alicientes en el camino. Tu mayor premio.
Explicación:
espero que te sirva