Respuestas
Las clases sociales de la civilización egipcia estaban organizadas de forma piramidal,
1.- El faraón. Tenía todos los poderes: el legislativo, el ejecutivo, el judicial y el religioso. Las funciones del faraón consistían en preservar y hacer respetar las leyes de Maat, mantener el orden total del universo, desde el momento de la creación, no sólo en lo que respecta a la estructura social y política de Egipto, sino también a las leyes de la naturaleza
2.- la clase sacerdotal. Los sacerdotes se caracterizaban por su sabiduría, siendo su principal función la administración de los templos y la atención de sus divinidades, para interpretar sus deseos, cumplirlos y darles culto.
3.- los funcionarios y los escribas.
3.1 Los funcionarios eran el cuerpo administrativo del imperio. Esta clase social estaba formada por nobles que poseían privilegios.
3.2 Los escribas eran los encargados de redactar leyes, transcribir textos sagrados y todo tipo de escritos comerciales y administrativos.ya que eran los únicos que poseían el conocimiento de la escritura.
4.-El ejército: su misión fue principalmente defensiva, ya que no se observó un expansionismo exagerado en la historia de Egipto
5.- trabajadores del campo y la ciudad. Todos ellos eran personas libres, aunque si estaban al servicio de los templos o de los palacios, sufrían cierto tipo de servilismo.
Los campesinos trabajaban en su mayoría en la agricultura.
Los canteros trabajaban de forma semi permanente, ya que las explotaciones se realizaban cuando el faraón necesitaba piedras para sus construcciones.
los artesanos, trabajaban en talleres en los que todos los oficios estaban mezclados, y supervisados por un director general: orfebres, joyeros, carpinteros, trabajadores del cuero, pintores…
Los comerciantes eran bien considerados dentro de esta sociedad por las importaciones y exportaciones que generaban.
6.- El último sector de la pirámide se encontraban los esclavos o también denominados la servidumbre, en la cual los individuos tenían derechos y salarios, y podían, incluso, comprar su libertad.