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Desde los inicios de la humanidad, el ser humano siempre ha tenido la necesidad de construir, ya sea desde una pequeña casa donde tener cobijo, a actualmente, grandes construcciones que invaden nuestro espacio vital. Quizás en esa necesidad se encuentre el germen que dio lugar al uso de los primeros martillos. Te ponemos en antecedentes.
Los martillos más antiguos de los que se tiene conocimiento datan de hace dos millones seiscientos mil años. En la prehistoria una piedra con la forma y el tamaño apropiados ya valían para golpear y romper cosas. El mango era el propio brazo de los primeros humanos y la cabeza una piedra bien elegida. Sencillo, ¿verdad? Una herramienta simple que multiplicó las capacidades de los hombres.
Historia de los primeros martillos
Los primeros martillos datan de la Edad de Piedra, alrededor del año 8000 a. C. Estos martillos constaban de una piedra atada a un mango con tiras de cuero. Algunos milenios más tarde, hacia el 4.000 a.C y gracias al descubrimiento del cobre, los romanos empezaron a fabricar las cabezas con este material.
Ya en la Edad del Bronce, se empezaron a fabricar de este material. En su forma clásica el martillo no ha sufrido demasiados cambios a lo largo de los años, pero ha supuesto la base para el desarrollo de nuevas formas que se adaptasen a las necesidades de los humanos.
Explicación:
tarde pero bueno ah