Argumenta cómo el confinamiento social como medida de prevención de contagio
de COVID-19 ha impactado en la economía y salud de tu familia y comunidad.
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Reflexiones en torno al impacto de la emergencia sanitaria por COVID-19 sobre las mujeres en Ecuador
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De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), esta es la región más desigual del mundo, por lo que ante una crisis, el impacto se traduce en un deterioro de las condiciones de vida de la población con mayor vulnerabilidad (CEPAL, 2019)[1]. La pandemia por la COVID-19 nos plantea una reflexión urgente sobre la relación directa entre el bienestar de las mujeres, niñas y niños y la integridad de los ecosistemas. Frente a la complejidad que implica la aplicación de medidas excepcionales para enfrentar una urgencia sanitaria que avanza de forma exponencial, se plantean desafíos extraordinarios para los sistemas sanitarios y para avanzar en la protección de los derechos humanos de las personas pero también sobre la vida cotidiana de las personas (CIDH; REDESCA, 2020) [2]
También, la emergencia sanitaria puede profundizar las desigualdades económicas, sociales, políticas ya existentes, pone en jaque la economía de los cuidados y puede incrementarse la violencia basada en género. En épocas de emergencias, las respuestas deben orientarse a la promoción, garantía y protección de los Derechos Humanos de las mujeres y personas en mayor situación de vulnerabilidad; lo cual se traduce en respeto a las libertades fundamentales y garantizando el acceso a los servicios de salud, alimentación y protección frente a la violencia contra las mujeres, en apego al principio “pro-persona” que obedece a un debido y oportuno cuidado a la población, incluyendo la salud mental (CIDH; REDESCA, 2020) [3].
Durante los últimos dos años el Programa de Apoyo a la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDS-SP) y sus aliados estratégicos (Ministerio de Ambiente (MAE), Consejo Nacional para la Igualdad de Género (CNIG), Cooperación Técnica Alemana (GIZ), Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Unión Europea (UE), entre otros, han trabajado por lograr que la política pública en cambio climático cuente con consideraciones que promuevan la igualdad de género. El Programa contribuye con la promoción de información para la toma de conciencia por parte de la ciudadanía en Ecuador. Este documento está dirigido al público en general y tiene la finalidad de sensibilizar a la población frente a una realidad latente experimentada por la mitad de la población.
El contexto en el Ecuador
Poblaciones pobres, con menos acceso a la salud o a los cuidados especializados. En 2018 la tasa de pobreza multidimensional nacional se encontró en un 37,8 %. En 2014, el 22,7% de hogares dirigidos por mujeres eran pobres (ENEMDU ,2018; ECV , 2014). [4],[5] Mujeres viviendo en áreas alejadas a los centros urbanos, trabajadoras informales sin relación de dependencia o precarizadas, mujeres inmigrantes, refugiadas, tienen mayores dificultades de afrontar una crisis económica.
Violencia por razón de género. A nivel nacional 20 de cada 100 mujeres han experimentado algún tipo de violencia en el ámbito familiar (ENVIGMU , 2019) [6]. Además, en 2019 y a nivel nacional, el 56,92 % de las mujeres reportaron haber vivido violencia psicológica en los últimos meses (ENVIGMU, 2019). La violencia por razón de género en situaciones de emergencia y desastres profundiza las desigualdades entre hombres y mujeres y pone en riesgo la integridad física, psicológica y sexual de las mujeres, niñas, adolescentes, jóvenes y adultas mayores [7].
Crisis de cuidado. El 75 % de las personas que se dedican a tareas de cuidado son mujeres . Es imprescindible visibilizar su realidad considerando que en el Ecuador 45 de cada 100 mujeres asumen la responsabilidad de las tareas del hogar [8], cuidado de hijos o hijas, personas enfermas y adultos mayores (ENVIGMU, 2019) [8] A nivel nacional el tiempo total de trabajo es de 66:27 horas a la semana. Las mujeres tienen una mayor carga de trabajo no remunerado con una diferencia de 22:40 horas frente a los hombres. Es decir, ellas realizan el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado casi cuatro veces más que ellos (EUT , 2012) [9].
TEN UN BUEN DIA ADIOS
Explicación:
dame coronita plis
espero haberte ayudado mucho
tienes todo esto
Respuesta:
Cada uno de nosotros tenemos que trabajar para el gasto de la casa pero por el COVID hay Personas que buscan más trabajo y no lo encuentra por que los demas estan en cuarentena Pero tienen que salir para tener dinero como por ejemplo la persona ya trabajó tanto para la Comida tiene que comprarla pero las personas de los comercios no salen por que se Contagiaran y es más trabajo buscar más lugares para comprarla.