• Asignatura: Matemáticas
  • Autor: maitemaciel222
  • hace 5 años

Durante cuanto tiempo la velocidad del tren es constante

Respuestas

Respuesta dada por: yanetcarengo
0

Respuesta:

durante 2 meses

Explicación paso a paso:

dame corona plis

Respuesta dada por: waltertarrillo84
1

Respuesta:

la respuesta es bacicamente si el tren viaja a tres velosidades por hora y mi pero core 100 kilometros por dia todo seria aque Cuentan los antiguos libros que en la ciudad egipcia de Tebas vivía

un hombre joven llamado Alejandro. Y en el mismo callejón de Alejandro habitaba otro

hombre llamado Samuel.

Un día en que Alejandro paseaba por su calle, vio cómo Samuel, muy

enfadado, regañaba a un niño que le había pedido un vaso de agua.

- ¿Por qué me molestas? El agua cuesta mucho dinero. Ve a beber al

río y no vuelvas por aquí.

Alejandro pensó que Samuel se merecía un buen escarmiento. Y al

instante se le ocurrió una idea.

Ni corto ni perezoso, Alejandro se acercó a casa de su vecino y le saludó muy cortésmente:

-Buenos días, amable vecino – le dijo -. Hoy viene a visitarnos el prometido de mi hija, que es

un hombre rico. Queremos invitarle a comer, pero no tenemos cucharas suficientes. Si me

prestaras tú una, mañana mismo te la devolvería. Seguro que los dioses sabrán recompensar

tu generosidad.

Samuel miró desconfiado a su vecino, pero no pudo negarse a su petición. Al fin y al cabo,

pensó, no perdía nada por prestarle una cuchara durante unas horas.

Al día siguiente, Alejandro regresó alborozado a la casa de Samuel con la cuchara.

VI VIRTUAL GAME LITERARIO

ÁREA: COMUNICACIÓN

2020

TEXTO 1: HISTORIA DE ALEJANDRO Y

SAMUEL

AUTOR: ANÓNIMO

-¡Oh, querido Samuel – le dijo -, he de darte una excelente noticia! Esta noche, tu cuchara

ha tenido una hija. Aquí tienes tu cuchara junto a su pequeña.

-¡Alabados sean los dioses! –exclamó Samuel-

¡Qué cucharita más bonita! Sin duda, tú has sido el

intermediario en este regalo divino.

Pasaron unos días y Alejandro se presentó otra vez en

casa de Samuel.

-Buenos días, generoso vecino - le saludó Alejandro-. Hoy viene a visitarnos el prometido de

mi hija con sus padres para concertar los detalles de la boda. Queremos que coman en casa,

pero la cazuela que tenemos en muy pequeña. Si me pudieras prestar tú una cazuela, mañana

mismo te la devolvería. Seguro que los dioses volverán a recompensar tu generosidad.

Samuel recordó lo que había ocurrido con la cuchara y al momento trajo la cazuela rogándole

a Alejandro que la cuidara mucho y la devolviera como muy tarde al día siguiente.

Y así fue. Al día siguiente, Alejandro volvió a casa de Samuel con dos cazuelas bajo el brazo.

- ¡Oh, querido Samuel! - le dijo -. Los dioses han querido premiarte una vez más.

También tu cazuela ha tenido una hija durante la noche. Aquí tienes tu cazuela junto a su

pequeña.

- ¡Qué cazuelita más bonita! – exclamó Samuel -. No hay duda de

que los dioses ven mis virtudes a través de tus ojos.

Unas semanas después, Samuel vio pasar ante su casa a Alejandro.

Parecía triste, y Samuel le llamó:

 ¿Qué te pasa, Alejandro? - le preguntó Samuel.

VI VIRTUAL GAME LITERARIO

ÁREA: COMUNICACIÓN

2020  

-Pues resulta que mañana se celebrarán las bodas de mi hija y no tenemos vajilla suficiente

para dar de comer a todos los invitados. Temo que la familia de mi futuro yerno se ofenda y

la boda no llegue a celebrarse.

-Yo te puedo dejar mi vajilla- le dijo Samuel recordando lo ocurrido con la cuchara y la

cazuela -. Pero sólo por un día, porque es muy valiosa.

- No sabes cuánto agradezco tu generosidad. Los dioses te darán pronto lo que

mereces.

Transcurrieron unos días desde que Alejandro se llevó la vajilla y, como no la devolvía, Samuel

decidió presentarse en casa de su vecino.

-Querido vecino –dijo Samuel-, hace ya unos días que te presté mi valiosa vajilla y todavía no

me la has devuelto. No es que haya

perdido la confianza en ti, pero…

- ¡Ay, querido vecino; no sabes qué disgusto tengo! - se lamentó Alejandro -. ¡Pobre

vajilla! ¡Que los dioses la tengan en su reino! ¡Nunca pensé que tendría que darte una noticia

así!

- Pero, ¿qué ha ocurrido? - preguntó Samuel

impaciente.

- ¡Pues que esa misma noche tu vajilla murió!

- ¡Por todos los dioses! - exclamó

perplejo Samuel

¿Es que acaso puede morir una vajilla?

-Sin duda, los mismos dioses que hicieron que la cuchara y la cazuela tuvieran hijos han

hecho que la vajilla pueda morir. Sólo nos queda acatar los designios divinos.

Y Alejandro cerró su puerta dejando a Samuel con tres palmos de narices.

Explicación pasestrella si te ayudo y si no pues igual

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