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Con frecuencia a paisaje es entendida como una realidad desligada de las actividades económicas. Como mucho, se asume que tiene un valor para el turismo, en tanto que es el escenario que propicia la atracción de visitantes a uno determinado lugar: un paisaje bonito, se suele decir, hace que se dirija gente a visitarlo. Sin embargo, el paisaje está consiguiendo un valor preponderante en el ámbito del desarrollo local, de manera que cada vez se erige más en vector fundamental de la marca de los territorios y en el símbolo compartido que mejor los representa, externamente pero también a efectos internos. Al mismo tiempo, el paisaje es en muchos casos el elemento central de la autoestima y de la identidad de las comunidades, lo que resulta fundamental a efectos de desarrollo territorial. Al otro lado de esto, el paisaje se convirtió ya en muchos países en un activo de primera orden en la diferenciación de productos, sobre todo de tipo agroalimentario, de manera que se tienden a vincular ambos de forma muy íntima: la miel con las uces, las castañas- o las tartas que se hacen con ellas- con los soutos, la carne de vacuno con los pastos, etc. De este modo, las redes agroalimentarias alternativas que se están estableciendo frente a los sistemas dominantes de producción masiva, convencional e industrializada tienden a poner el énfasis en el origen de los alimentos, es decir, los paisajes en las que se producen, que son únicas e irrepetibles y que hacen esos productos derivados de ellas algo muy especial. Se puede sostener, pues, que los paisajes permiten dotar de un potente valor añadido a los productos que se les vinculan íntimamente. De hecho, tan grande está siendo el efecto del valor del paisaje que las tiendas (de distinto tamaño) se hacen eco de estas nuevas formas de consumo y comienzan a usar el reclamo de la marca de lugar como un elemento central en sus promociones, mismo con imágenes de esos paisajes.
En las ediciones anteriores de los seminarios anuales de paisajes de las montañas gallegas celebrados en la Vega pusimos la tilde en la manera en que estos paisajes conforman realidades singulares a caballo de las dimensiones materiales (huellas de procesos glaciares, vegetación subalpina, etc.) e inmateriales (memoria histórica, leyendas, prácticas sociales, imágenes, etc.) que poseen unos valores singulares y una alta calidad paisajística. También se manifestó que buena parte de la apariencia actual de esos paisajes tiene que ver con actividades económicas del pasado que ya decayeron, sobre todo de tipo ganadero. Su desaparición compromete la sostenibilidad presente y futura de los paisajes de montaña. El presente seminario se sitúa precisamente de lleno en esta problemática, de manera que nos preguntamos qué actividades económicas se pueden desarrollar en los paisajes de montaña sin comprometer los valores y las calidades que atesoran. Esto comporta no sólo hacerse eco de experiencias que puedan ser de utilidad aquí, sino también evaluar lo que se está desarrollando en el resto del territorio gallego y al otro lado. No todos los casos que se pueden tratar en este sentido serán ejemplares, en especial aquellos que se focalizaron exclusivamente en inversiones turísticas que no actuaron de revulsivo como se esperaba y/o no respondieron a los principios de la sostenibilidad. Es necesario hacer referencia a la especialización en diversos sectores económicos alternativos y convencionales para poner en valor los paisajes de montaña gallegas.
Además de la puesta en valor a través de una reflexión compartida que esté atenta a las buenas prácticas, el seminario persigue también sensibilizar el sector empresarial en la cuestión paisajística, detectar oportunidades económicas vinculadas a la gestión del paisaje para futuros emprendedores/as, en definitiva, conformar un espacio de intercambio entro o mundo económico- empresarial y el de la sensibilidad paisajística.
El formato del seminario será el ya experimentado en el pasado y que dio buenos resultados en ediciones anteriores: intervenciones de expertos/as en la materia de reconocido prestigio, visitas al campo en las que podamos observar sobre el terreno las cuestiones tratadas y una parte de debate y taller, en clave de propuestas proactivas de futuro para dinamizar el rural en base al paisaje.
El Concello de A Veiga premiará el mejor proyecto empresarial que surja en el seminario y que se pretenda desarrollar en el municipio de A Veiga. Este premio se asignará a partir de una evaluación que se producirá después del seminario por parte de la organización y del propio Concello y que tendrá en cuenta la adecuación de un proyecto empresarial al eje central de este seminario: el desarrollo, entendido de forma integral, en los paisajes de montaña desde una óptica sostenible