Respuestas
Se ha relacionado el surgimiento de la pandemia de gripe de 1918-1919 con la compleja coyuntura histórica presente. Aquella combinó el desarrollo de la Primera Guerra Mundial y su impacto con la gran crisis económica y social registrada, de la que no escaparon ni los países que tomaron parte en la contienda ni los que no lo hicieron, como fue el caso de España.
Ligado al conflicto bélico hubo un gran desplazamiento de la población militar, pero también de la civil, que estuvieron expuestas al hacinamiento, la falta de higiene y a una alimentación precaria, como consecuencia de su escasez y carestía. Estos elementos contribuyeron a la expansión de la gripe y a su mayor gravedad. Las condiciones de las trincheras y la exposición de los soldados a sustancias tóxicas, como el gas mostaza, fueron también agravantes.
Fotografía de 1919 en la que se ven en blanco y negro unos pulmones que muestran una estenosis en la tráquea tras la inhalación de gas mostaza.
Primera Guerra Mundial: Unos pulmones muestran una estenosis en la tráquea tras la inhalación de gas mostaza. Foto realizada el 12 de enero de 1919. Autor desconocido. Wikimedia Commons
De hecho, la mayor virulencia del brote del otoño de 1918 con respecto al de la primavera ha sido atribuida por algunos científicos a la acción mutagénica de ese gas sobre el virus, aunque para otros estaría en conexión con la presencia de granjas de aves hacinadas en las cercanías de campamentos militares próximos al Canal de la Mancha. Ambas propuestas remiten al papel importante de las transformaciones del entorno en las crisis sanitarias y la segunda al de los animales en el desarrollo de las enfermedades víricas, factores que también han sido invocados como desencadenantes de la actual pandemia.
Aunque nuestro contexto actual sea diferente del correspondiente al bienio 1918-1919, compartimos también otros de los elementos comentados, como la gran movilidad de la población mundial por trabajo, ocio o buscando unas mejores condiciones de vida que en el país de origen.
Además, el hacinamiento es una condición muy presente. No solo ocurre entre las personas vulnerables, con pocos recursos y dificultad para acceder a una vivienda con las mínimas condiciones higiénicas, sino que es también fruto de nuestra sociedad actual, que ha privilegiado el desarrollo de ciudades enormes, que exige grandes desplazamientos diarios de la ciudadanía en un transporte colectivo insuficiente y saturado, con lo que se facilita la proliferación de enfermedades de transmisión respiratoria, como la gripe o la COVID-19.
Respuesta:
Desde que se inició la pandemia actual de la COVID-19 se ha vuelto la mirada hacia la grave crisis sanitaria de 1918-1919 producida por la gripe, tratando de buscar similitudes entre ambos episodios que ayuden a comprender mejor lo que está sucediendo e iluminen sobre su evolución futura.
Explicación:
Se ha relacionado el surgimiento de la pandemia de gripe de 1918-1919 con la compleja coyuntura histórica presente. Aquella combinó el desarrollo de la Primera Guerra Mundial y su impacto con la gran crisis económica y social registrada, de la que no escaparon ni los países que tomaron parte en la contienda ni los que no lo hicieron, como fue el caso de España.
Ligado al conflicto bélico hubo un gran desplazamiento de la población militar, pero también de la civil, que estuvieron expuestas al hacinamiento, la falta de higiene y a una alimentación precaria, como consecuencia de su escasez y carestía. Estos elementos contribuyeron a la expansión de la gripe y a su mayor gravedad. Las condiciones de las trincheras y la exposición de los soldados a sustancias tóxicas, como el gas mostaza, fueron también agravantes.