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Respuesta:
memoria: es la facultad del cerebro para retener y recordar eventos del pasado, sean sensaciones, impresiones, sentimientos o ideas concretas.
Tipos de memoria
Memoria episódica: hace referencia al recuerdo de acontecimientos concretos, como recordar lo que hicimos ayer o qué comimos por la noche, también es conocida como memoria biográfica.
Memoria procedimental: corresponde al almacenamiento de nuestras habilidades y destrezas, por ejemplo no nos olvidamos de ir en bicicleta una vez ya hemos aprendido o a atarnos los zapatos.
Memoria sensorial
En la memoria sensorial acogemos estímulos externos percibidos a partir de nuestros sentidos. Sin embargo, la información mantiene una corta duración de almacenamiento. A continuación, es eliminada, olvidada o es transmitida a otros tipos de memoria que permitan que su almacenamiento perdure más en el tiempo. Así pues, su funcionamiento es transitorio.
Memoria icónica: este tipo de memoria sensorial registra la información que proviene del sentido de la vista, reteniendo las imágenes que se asocian a un objeto determinado durante un breve periodo de tiempo.
Memoria háptica: así como la memoria icónica hace referencia a los inputs visuales, la memoria háptica procesa los estímulos que provienen del sentido del tacto, registrando inputs que hacen referencia al dolor, al picor o calor, entre otros. Es conocido que su retención es más duradera que la de la memoria icónica.
Memoria ecoica: este tipo de memoria es muy potente y hace referencia a la información percibida por el oído. Su almacenamiento es de corta duración, como en la memoria icónica y es muy importante debido a que nos permite comprender el lenguaje y poder mantener una conversación.
Memoria a corto plazo: La memoria a corto plazo es concebida como un tipo de memoria con capacidad limitada en su retención de la información almacenada, es decir, los inputs que hemos recibido se retienen durante un periodo de tiempo breve, el cual no es superior a 30-40 segundos.
Memoria a largo plazo: la memoria a largo plazo comprendida como el tipo de memoria que tiene la capacidad de codificar y retener la información durante un período de tiempo más extenso, pudiendo retenerse en una temporalidad de segundos hasta de años. Las memorias episódicas, semánticas y/o procedimentales, expuestas previamente, se mantienen en la memoria a largo plazo, permitiéndonos que a lo largo del tiempo podamos recordar hechos propios, culturales o habilidades, los cuales serían algunos ejemplos de memoria a largo plazo.
pecados de la memoria
1- Pecado de transcurso: Hace referencia a la progresiva pérdida de recuerdos que experimentamos con el paso del tiempo. Este pecado, si se produce con asiduidad e intensamente, puede ser un indicador de la enfermedad de Alzheimer.
2- Pecado de distractibilidad: Sucede cuando nuestra atención no está totalmente focalizada en el material a recordar. Por ejemplo cuando olvidamos dónde hemos dejado las llaves. Es importante señalar que esta información no se ha perdido, simplemente o no se ha registrado o se ha registrado con fallos, por problemas de atención.
3- Pecado de bloqueo: Conocido también como el fenómeno “lo tengo en la punta de la lengua”.
A diferencia de los pecados anteriores, esta información sí que existe y está codificada en nuestra memoria, pero tenemos un desfase entre la evocación del recuerdo y la producción: por ejemplo, cuando somos incapaces de recordar el nombre de un restaurante.
4- Pecado de atribución errónea: Esto se produce cuando somos capaces de recordar correctamente un hecho, pero confundimos la fuente o la situación.
5- Pecado de sugestibilidad: La sugestibilidad sucede cuando voluntaria o involuntariamente alguien manipula nuestros recuerdos. Mediante preguntas hechas por personas más o menos hábiles pueden hacernos llegar a recordar como ciertas vivencias no ocurridas.
También puede ocurrir cuando nos “apropiamos” de una situación no vivida en primera persona. Suele ser característico de las personas egocéntricas, que necesitan una participación “activa” en el recuerdo.
6- Pecado de persistencia; Este pecado ocurre cuando, aunque intentemos borrar un recuerdo o hecho traumático de nuestra memoria, este persiste de forma continuada, haciéndonos revivir sensaciones negativas o angustiosas.
Este pecado está relacionado con la depresión o con el trastornos de estrés postraumático.
7-Pecado de propensión: Nuestra conciencia es la responsable de este pecado, ya que nos provoca la re-evaluación y transcripción de nuestros recuerdos, de manera que sean coherentes con nuestro “Yo” actual.
Las personas tendemos a adaptar el pasado en base a nuestro presente. Esto explica por qué una situación vivida por dos personas puede ser tan diferente cuando se recuerda.