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Respuesta:
Salvo que Hitler no comandara la rebelión alemana contra las exageradas condiciones establecidas tras la primera guerra, y en el inquietante y arriesgado supuesto de no haber tenido lugar la segunda gran guerra, algo que hubiera sido cambiado por altercados y denuncias de los alemanes esquilmados hasta el hambre, Alemania no sería lo que hoy es. Las razones serían estas:
No se hubiera provocado una guerra feroz y de anexiones territoriales.
La URSS no habría tenido el empuje que tuvo tras la guerra.
La ayuda Marshal americana no hubiera tenido lugar, con lo que Alemania no habría sido beneficiada por dicha ayuda.
Los EE.UU. no habrían emergido como los regidores potenciales del diseño europeo.
El Reino Unido estaría aislado sin un Imperio y sin la ventaja de haber sido uno de los mayores ejecutores de la derrota alemana.
Francia estaría considerada como la nación perfecta que dicta el destino de todo el continente.
España no hubiera podido sostener una dictadura de 39 años.
Italia seguiría siendo el destino privilegiado de la industria del turismo.
La Unión Europea no habría tenido sentido.
Europa estaría en vías de desaparición, rodeada y asediada por Oriente y por el Occidente americano.
Las políticas económicas de crecimiento constante no se hubieran producido. Habría otras.
Los avances técnicos y científicos aportados por alemanes, rusos y americanos no se habrían dado, o lo habrían hecho de manera mucho menos eficiente.
La gente no tendría motivos para intentar cambiar un mundo de paz.
Es posible que, al no haberse podido dar la guerra fría, avances técnicos como Internet, carrera espacial y reaparición de una versión de imperialismo de la mano americana, difícilmente habrían podido tener asiento.
El petróleo no sería el motivo de conflictos entre países productores y países importadores.
La medicina y la genética estarían bastante distanciadas de lo que hoy tenemos.
El lanzamiento de dos bombas atómicas sobre una población indefensa no se hubiera producido.
En definitiva, sin un Hitler maniaco, resentido y obsesionado con la raza y las exclusiones de seres humanos, el mundo no sería hoy lo que es, es decir, estaríamos muy atrasados en todos los aspectos.
El precio que hubo que pagar por todo eso fue de unos 100 millones de seres humanos que perdieron la vida o quedaron mutilados. ¿Mereció la pena?
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