Respuestas
Respuesta:
Hace tiempo ya que el peronismo es considerado como un movimiento que abarca un amplísimo arco ideológico que va de la extrema derecha a la extrema izquierda y alberga a individuos que provienen de todos los estratos sociales [Ostiguy, 1999]. En esa complejidad es posible encontrar algunas de las explicaciones que permiten comprender la conflictividad que atravesó al Movimiento Nacional Justicialista (MNJ) mientras ocupó por tercera vez el gobierno (1973-1976).
1 Sobre la composición del FREJULI, cf Frenkel y Fernández Pardo, 2004: 115.
2Ese trienio nació signado por el retorno de Juan Domingo Perón a la escena nacional quien, tras haber sido desplazado por un golpe de Estado en 1955, marchó al exilio mientras el movimiento que había creado era proscripto. La imposibilidad de presentarse a elecciones mantuvo al mayoritario peronismo en resistencia sin que los partidos opositores ni las Fuerzas Armadas encontraran una fórmula satisfactoria para resolver qué hacer con él. Desde el exterior, Perón se convirtió en árbitro de la política argentina, dio y quitó apoyos a propios y ajenos para mantener esa condición y, ante la dictadura militar de 1966-1973, alentó múltiples formas de combate contra el gobierno opresor, aun acciones armadas. Cuando la presión fue incontenible, el presidente de facto Gral. Alejandro A. Lanusse, posibilitó el regreso de Perón al país y convocó a elecciones, aunque impidió la presentación del anciano líder mediante un requisito de residencia previa en la legislación electoral. Perón volvió con un discurso basado en las ideas de pacificación y unidad nacional. En marzo de 1973 el peronismo, encabezando el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), ganó las elecciones1. El presidente Héctor Cámpora, en quien encontraron mayor receptividad los sectores de la izquierda del movimiento, renunció en julio para posibilitar una nueva convocatoria electoral presidencial a la que se presentaron Perón y su esposa, María Estela Martínez de Perón, conocida como “Isabel”. Los comicios de septiembre los consagraron por más del 62% de los votos. Al menos desde el mes de junio la voluntad conciliadora del líder entró en contradicción con las disputas internas crecientes del peronismo, cuyos principales protagonistas –pero no los únicos– eran los sectores juveniles radicalizados de izquierda que habían forzado su regreso mediante el uso de las armas y el sindicalismo, erigido en la columna vertebral del movimiento durante los años de proscripción. Este enfrentamiento se complejizó aún más luego de la muerte de Perón el 1 de julio de 1974, como consecuencia de las tensiones provocadas por el accionar de la ultraderecha del justicialismo encaramada en el poder, nucleada en torno a la figura de José López Rega, ministro de Bienestar Social y fundador de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), una temible organización parapolicial que contribuyó a sumir al peronismo y al país en un baño de sangre. La crisis social, económica y política que venía agudizándose desde mucho tiempo atrás estalló durante el gobierno de Isabel, en medio de una escalada de violencia desenfrenada. Los sectores dominantes de la Argentina recurrieron a las entonces disponibles Fuerzas Armadas para dar un nuevo golpe de Estado cívico-militar, el 24 de marzo de 1976, que puso fin al tercer gobierno peronista e intentó acabar definitivamente con el populismo y el estado de bienestar que, consideraban, eran el origen de todos los males que aquejaban al país [Novaro, 2006; Novaro y Palermo, 2003].
Explicación:
ESPERO AYUDARTE