Enumera y explica las posibles causas del surgimiento ee los estados

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Respuesta dada por: moralescasosofia11
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7 En la última categoría, Rotberg sugiere que el nivel de fuga de capitales sería un buen indicador d (...)

18Rotberg también introduce la idea de que es posible establecer escalafones de falla de acuerdo con la cantidad de dimensiones en que un Estado fracasa en suministrar los bienes políticos positivos. Los Estados-nación existen para suministrar los bienes políticos –seguridad, educación, salud, oportunidades económicas, vigilancia ambiental– y, de otro lado, establecer y hacer cumplir un marco institucional y proveer y mantener la infraestructura. De manera que para clasificar la severidad de la falla, Rotberg sugiere que hay una jerarquía de las funciones positivas estatales: a) seguridad; b) instituciones que regulen y arbitren conflictos; imperio de la ley, derechos de propiedad seguros, aplicación contractual; c) participación política; y d) provisión de servicios sociales, infraestructura, y la regulación de la economía. 7En este análisis, los Estados fuertes muestran buen desempeño a través de todas estas categorías y con respecto a cada categoría. Los Estados débiles muestran un perfil mixto, y los Estados fallidos son una subcategoría de los Estados débiles. La idea principal que desarrolla Rotberg es que no hay sólo un indicador que provea evidencia cierta de que un Estado fuerte se está convirtiendo en Estado débil o que un Estado débil está comenzando a fracasar. Como resultado, es necesario tomar los indicadores como un conjunto.

8 Iraq sólo califica como Estado fallido después de la invasión dirigida por Estados Unidos.

19Aunque esta jerarquía es un punto de partida útil para definir el fracaso de un Estado, es difícil identificar puntos precisos donde las debilidades de un Estado comienzan a transformarse en falla o en colapso, como aduce Rotberg. Hay varios ejemplos de países que han fracasado económicamente, pero que no han experimentado violencia política en gran escala (como Tanzania, Zambia). Es más, la falta de participación política no necesariamente debilita al Estado internamente. De hecho, mucha literatura dice que los regímenes semiautoritarios (lo que se llaman “anocracias”) tienden a la violencia política más que las democracias abiertas o los regímenes más autoritarios (Marshall y Gurr 2003). La amplitud de la corrupción y la capacidad burocrática citada como indicador de fracaso también son erróneas. La evidencia de varios países en vía de desarrollo muestra que los niveles de corrupción y la capacidad burocrática no determinan las tasas de crecimiento a largo plazo (Khan 2006). Finalmente, la presencia de violencia política y de actividad criminal de gran escala no indica hasta qué punto un Estado falla en proveer seguridad a una amplia sección de su territorio y/o puede manejar otras funciones (tales como manejo macroeconómico y la recaudación de impuestos). La dificultad se presenta al definir Estados donde la capacidad varía sustancialmente entre y a través de las funciones (como Colombia, Sri Lanka y Mozambique). Bajo Saddam Hussein, Iraq, aunque muy desapacible, no fue un “Estado fallido” en ninguna de las dimensiones mencionadas arriba, a pesar de la ausencia de una participación política masiva. La idea de que la represión es un indicador necesario del “fracaso” es una propuesta ahistórica, dado que muchos de los Estados en vía de desarrollo se construyeron antes de que la democracia se convirtiera en una fuente de gobierno legítimo (Moore 1966).8

20Sin embargo, la idea de que la “falla” estatal debe ser dividida en subcategorías es útil. Esto se debe a la coexistencia de variaciones en la capacidad del Estado en un momento dado y en un país específico, y al movimiento de los Estados de y desde una condición de mayor o menor severidad de la falla. Las definiciones vagas e imprecisas de “falla” abundan en la literatura. Por ejemplo, Zartman (1995) argumenta que el colapso del Estado ocurre cuando los Estados no pueden llevar a cabo las funciones requeridas para ser reconocidos como tales. Para Zartman, “el colapso significa que las funciones básicas de un Estado no se cumplen como se analizan en varias teorías del Estado” (p. 5). Esta afirmación combina falla con colapso y no detalla cuáles funciones son críticas para cada estado de falla.

21Por lo tanto, es necesario establecer criterios claros para distinguir el colapso y el fracaso de la debilidad o fragilidad genérica, y el colapso, del fracaso. El poder entender por qué los Estados frágiles se deslizan hacia la falla ayudará a los diseñadores de políticas –policymakers– a desarrollar métodos que prevengan el fracaso, y, en aquellos casos en los que, a pesar de todo, los Estados fallan (o colapsan), así éstos puedan ser revividos y asistidos en el proceso de reconstrucción.

22Ha habido otras iniciativas importantes en cuanto a la definición de “falla estatal”, aunque el enfoque en cada dimensión de cada definición varía. Torres y Anderson (2004) proporcionan un resumen breve del rango de las definiciones:

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