Respuestas
Respuesta:
La economía europea se había caracterizado durante el siglo XIX por un
desarrollo desigual, liderado por los Estados industriales de Europa
occidental Francia, Alemania, Gran Bretaña, etc., mientras que el
nivel de rentas y de productividad en países de Europa oriental y
meridional como España, Grecia, Bulgaria o Rumania, cuyas economías
se basaban principalmente en la explotación de recursos primarios
(alimentos y materias primas), era sensiblemente más bajo.
El librecambismo predominante en los años previos a la I Guerra
Mundial fomentó un desarrollo capitalista, que quedó dramáticamente
truncado con el conflicto bélico. La guerra causó una enorme pérdida
de mano de obra, destrucción física de infraestructuras ferroviarias,
fábricas, granjas y casas, pérdida de cosechas y rebaños, caos en el
sistema financiero, e inestabilidad política. Como consecuencia de esta
guerra muchos Estados europeos pasaron a depender de EEUU para
abastecerse de alimentos, materias primas, bienes manufacturados o
financiación, favoreciendo su ascenso como nueva potencia mundial.
Entre 1918 y 1939 la economía Europa estuvo hipotecada por las
deudas contraídas durante la I Guerra Mundial, por los elevados costes
de recuperación, por las sanciones impuestas a los países vencidos, por
la escasez de capital, por los cambios de fronteras, que desmembraron
algunas regiones industriales como Alta Silesia, separaron áreas
industriales mutuamente dependientes, como el carbón del Ruhr y el
hierro de Alsacia, afectaron a las infraestructuras de comunicación y
destruyeron vínculos comerciales, y por los recelos entre Estados, que
sustituyeron las importaciones por el autoabastecimiento.
Explicación: