Qué factores favorecen la riqueza natural de México y por qué debemos contribuir a su conservación?
ayuda
Respuestas
Respuesta:
El término biodiversidad hace referencia a las diferentes formas vivas que existen en el planeta, desde los virus hasta el ser humano, incluyendo los genes que contienen las instrucciones que se manifiestan en el cuerpo y el metabolismo de cada individuo, las poblaciones que forman los grupos de individuos en los distintos lugares en donde viven, los ecosistemas que se forman con esas poblaciones y los procesos que mantienen y hacen posible la aparición de nuevas variantes de organismos en forma natural. Para el ser humano la biodiversidad que está presente en nuestros campos y praderas, como cultivos y ganado, representan suministro de alimentos y materias primas; además, interviene en procesos como el reciclaje de nutrientes que forman y fertilizan el suelo, así como en la fotosíntesis que es la base de la producción primaria del mundo vivo y generadora de oxígeno, todo ello esencial para la vida humana.
Actualmente se usa el concepto de biodiversidad en el contexto de la sustentabilidad, para enfatizar que la vida tal y como la conocemos en la Tierra no ocurre en forma inmutable, sino que es su naturaleza generar variantes entretejidas y así probar constantemente la posibilidad de encontrar formas nuevas de vivir en la biosfera (que es la capa de nuestro planeta en donde se dan las condiciones físicas que hacen posible la aparición y mantenimiento de la vida). La diversidad es necesaria para el funcionamiento eficiente y sostenido de los ecosistemas naturales a largo plazo, lo mismo que de los sistemas transformados por los seres humanos, como los agropecuarios, los que por cierto usan variedades de cultivos o ganado para la producción. Es interesante notar que de alguna manera se trata de una regla contraria a la que vemos en el funcionamiento económico globalizado, en el que las mercancías tienden a ser homogéneas en todas partes.
En la biosfera cada pedazo del territorio opone desafíos a las formas biológicas, que al sobrevivir diferencialmente transmiten a su descendencia cambios en sus características y por tanto cambios para las especies a las que pertenecen, el proceso resulta en una cierta tendencia a producir una mayor habilidad para prevalecer en esas condiciones particulares en las que han subsistido. De modo que la vida está siempre experimentando y reinventándose en un proceso sin fin. Diversidad es así sinónimo de oportunidades nuevas para adaptarse mejor a lo existente o para empezar en condiciones ambientales nuevas. Uno de los resultados más directos de esta característica de la vida es la obtención de especies agrícolas o ganaderas a partir de las especies silvestres, proceso que se ha llamado domesticación. Hay lugares particulares en el planeta en donde este tipo de domesticación ocurrió en forma exitosa, sin duda asociado a la existencia de una diversidad natural nativa que aún hoy es palpable, como es el caso de Mesoamérica (sur de México y Centroamérica), que sirvió como centro de origen y diversificación para más de 130 especies vegetales de valor agrícola y cultural.
Aún en las mismas variedades cultivadas (pensemos en nuestros maíces, frijoles, calabazas, chiles, vainilla, agaves, amarantos, zapote, guanábana, guayaba, mamey, papaya, tejocote, capulín, aguacate y algodón) la existencia de diversidad genética es importante pues da la oportunidad de satisfacer necesidades culturales y económicas humanas pero también la de enfrentar enfermedades o cambios de clima o de suelos o de lo que sea. Imaginemos la gama de posibilidades que representan las 59 razas nativas de maíz, las 70 especies de frijoles silvestres y las 40 variedades de chiles que existen en México, además de las más de 3,300 especies de plantas que se emplean con fines medicinales. Sin biodiversidad la adaptación es imposible. Sabemos que se están perdiendo especies silvestres en forma masiva, en gran parte debido a la acción modificadora del ser humano sobre los ecosistemas naturales, por ejemplo el cambio en uso del suelo y por lo tanto de cubierta vegetal y de otros como la contaminación con compuestos químicos. También estamos perdiendo cultivos y diversidad en los animales domésticos por la influencia homogeneizadora de los mercados que determinan lo que se cultiva y cría en los campos y praderas. Las razas autóctonas han sido sustituidas por el uso de variedades mejoradas de alto rendimiento económico, mientras que las variedades criollas han quedado relegadas a cultivos de subsistencia para consumo familiar.