QUEJAS
¡Y amarle pude! Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma...
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oido
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como la hoja en el árbol vacile.
Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho;
él, la fascinación de mis sentidos;
él. ideal de mis sueños más queridos:
él, mi primero, mi ferviente amor.
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valla
sin comentarios.......................................................
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mateosiavy:
hpt
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Formula bien la pregunta
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