Respuestas
Respuesta:
Chaves de la Rosa, Pedro José. Cádiz, 1740 – Chiclana (Cádiz), 26.X.1821. Obispo de Arequipa.
Nació en Cádiz en 1740, hijo de Salvador José Chaves de la Rosa y de Rosa Violante Galván y Amado.
Estudió en la Universidad de Osuna y se graduó de bachiller en Jurisprudencia y doctor en Teología. Fue nombrado catedrático de Teología Moral y rector; canónigo en la catedral de Cádiz y luego en la de Córdoba (1778).
Propuesto para la sede de Arequipa, fue preconizado por Pío VI (18 de diciembre de 1786). Partió de Cádiz (7 de septiembre de 1787) y, siguiendo la ruta del cabo de Hornos, arribó al Callao el 7 de enero de 1788. Fue consagrado en Lima en el templo de San Pablo (de los jesuitas expulsos) por el arzobispo González de Reguera (23 de enero de 1788). Viajó a su diócesis y en Acarí (donde se iniciaba su territorio jurisdiccional) comenzó su visita pastoral. Ingresó en Arequipa el 26 de septiembre de 1788. Llegó hasta poblaciones que en medio siglo no habían sido visitadas por obispo alguno.
Fundó una casa para huérfanos (24 de octubre de 1788), aprobada por la Corona como Real Casa de Expósitos y Hospicio General (13 de marzo de 1794).
Cuidó de la reconstrucción y reorganización del Seminario de San Jerónimo, que había quedado arruinado por el terremoto de 13 de mayo de 1784. Su obra fue renovadora, dándole amplio local y orientando la enseñanza de acuerdo con las nuevas corrientes europeas.
Puso singular empeño en la regeneración de la diócesis. No le faltaron resistencias por parte del clero y de conventos relajados.
Por sus diferencias con el cabildo secular y el intendente, así como por obstáculos de toda índole, Chaves de la Rosa hizo renuncia del obispado (10 de enero de 1795) y, aunque el Rey le pidió que continuara en el cargo, viajó de Arequipa al Callao. Permaneció en Lima hasta que el papa Pío VII aceptó su dimisión (9 de agosto de 1805) y Carlos IV hizo otro tanto (RC del 16 de diciembre de 1805).
Por testamento de 24 de noviembre de 1792, legó sus bienes para la sustentación del orfanato de Arequipa; y al Seminario de San Jerónimo el íntegro de su valiosa biblioteca de más de un millar de volúmenes en español, francés y latín. Igualmente dispuso que la biblioteca dejada por los jesuitas expatriados pasase al Seminario diocesano.
Viajó a España en 1809 acompañado de su joven y fiel secretario Francisco Javier de Luna Pizarro (quien llegó a ser arzobispo de Lima entre 1843 y 1855). Llegaron a la Península durante la guerra antinapoleónica; residió el obispo en Chiclana y luego en Cádiz, donde conoció a varios diputados a Cortes.
Por Decreto fue nombrado Patriarca de las Indias y vicario general castrense (11 de diciembre de 1813).
Explicación: