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Respuesta: En este cuento breve de Cortázar el plural parques del título ya nos anuncia que va a haber dos parques. Hasta aquí, ningún problema. No hay nada raro en esto. Pero la palabra clave es continuidad; aquí sí se presenta un indicio de algo que puede ser extraño. Por qué continuidad? Sigamos.
Tenemos al hombre sentado en su estudio y leyendo una novela. El ventanal da a un parque, el parque de su casa de campo. Por otro lado, tenemos el monte, parque, bosque, donde está la cabaña en que se encuentran los amantes de la historia que él está leyendo.
Entonces, comprendemos después, cuando el amante irrumpa en el estudio con un cuchillo para matar al hombre lector, que estos 2 parques son en realidad un parque, que por medio del hecho fantástico, el mundo de la ficción irrumpe en el mundo "real" del hombre lector. Hay un rito de pasaje, un quiebre del orden, una cosa inquietante y desestabilazora que nos lleva a preguntarnos: si los personajes de una novela pueden romper la separación entre ficción y realidad, nosotros, los lectores, no estaremos siendo soñados o imaginados también???
Explicación: