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Respuesta:
Con la palabra decretamos, la palabra es el cimiento de lo que queremos permitir “dejar sembrar” y “dejar florecer” en nuestra vida.
La palabra es una exteriorización de nuestro sistema de creencias y por lo tanto una de las herramientas básicas, iniciales y poderosas que podemos utilizar para generar cambios en nuestra vida. Así, cuando “vigilamos” y “moldeamos” nuestro lenguaje en positivo con conciencia de gratitud hacia nuestro presente, con conciencia de los recursos con los que contamos hoy (nuestros valores – fortalezas – la capacidad de caminar, respirar, reír, vivir, soñar…) y dejando vibrar y crecer en nosotros la sensación de conexión emotiva con el bienestar que queremos construir, estamos dando un paso al cambio en nuestra vida.
En ocasiones, nos preguntamos por qué no logramos el objetivo esperado y es cuando podemos “restablecer” y “reconectar” en nosotros nuestra mayor congruencia en lo que pensamos, decimos y hacemos.