cual fue el pensamiento de la sociedad peruana de mediados del siglo xlx resñexto a la ñarticipacion de la mujer
Respuestas
Respuesta:
En las dos últimas décadas del siglo XIX, en el contexto de la reconstrucción nacional que siguió a la Guerra del Pacífico (1879-1883), surge en las letras peruanas un nuevo pensamiento sobre la cuestión femenina basado en el liberalismo de raigambre ilustrada y en algunas ideas del positivismo. Manuel González Prada y algunas escritoras contemporáneas a la generación de 1870, como Clorinda Matto de Turner y Mercedes Cabello de Carbonera, critican el rol de la Iglesia en la educación de las mujeres, denuncian las desigualdades y la alienación de la mujer dentro del matrimonio. De esta manera, se pone al centro del debate el devenir del “ángel del hogar” que tanto había exaltado la generación romántica precedente. En este trabajo, presentaremos un análisis comparativo de las propuestas de los tres escritores citados que hemos organizado en tres ideas clave: la función de la mujer en el desarrollo de las sociedades; la mujer como agente de cambio; y, la visibilidad del trabajo femenino.
Explicación:
El pensamiento social peruano
La fundación de un pensamiento social moderno en el Perú, que se
desarrolla desde fines del siglo XIX y perdura hasta los años cincuenta del
siglo XX, coincide con la creación de la Cátedra de Sociología en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1896. Sin embargo, la
cátedra de sociología sólo significó un hecho subsidiario en el vasto debate
de ideas generado en ese momento.
El establecimiento de un pensamiento social es la etapa clásica de las
ideas sociales en el Perú, por el aporte a la comprensión de la sociedad
que realizara la denominada generación del novecientos, por acercarse al
conocimiento de la realidad nacional y formular alternativas para su
desarrollo. Desde posiciones diferentes destacan Francisco García Calderón,
José de la Riva Agüero, Víctor Andrés Belaunde, José Carlos Mariátegui,
Víctor Raúl Haya de la Torre y Jorge Basadre, en la actualidad todavía son
leídos y admirados en las escuelas de sociología, aunque no en la misma
intensidad.
urgentes del país, que implicaba el abandono de la tradición intelectualista
y la sustitución por una perspectiva que enfatizaba en la modernización
del país.1
En cambio, el biologicismo representaba la herencia colonial
que explicaba la organización social a partir de las premisas genéticas y de
una superioridad y dominio natural de las élites criollas. Clemente Palma
es el mayor exponente de las ideas racistas, en 1897 publicó El porvenir de
las razas en el Perú.
Esta situación cambia radicalmente al finalizar la guerra con Chile, el
Perú se encontraba en una crisis sin precedentes, su capacidad económica
había sido destruida, estaba políticamente desarticulado y moralmente
disminuido. Para los primeros años del siglo XX entramos nuevamente en
un proceso de reorganización de la sociedad, esta vez bajo la hegemonía
del capitalismo monopolista y del desarrollo de una economía de enclave.
La fundación de un pensamiento social en el Perú responde al desarrollo
de un proyecto de la modernidad, que de alguna manera ha significado el
tipo de sociedad que se construyó durante el siglo XX. Propuesta que haría
eco de la tradición de las ciencias sociales, en la medida que cuanto mejor
se conoce la realidad social mejores son las capacidades de modificarla,
iniciada por Montesquieu y desarrollada por Comte y Durkheim, que luego
ha tenido una gran vigencia.2
El pensamiento social moderno peruano se desarrolla como parte de
la polémica entre el positivismo y el biologicismo. Aunque no todos tuvieron
posiciones claras al respecto, esbozaron las primeras explicaciones integrales
1 Aníbal Quijano: Imperialismo, clases sociales y Estado en el Perú: 1890-1930, Mosca Azul, Lima, 1978, p. 83-84.
2 Anthony Giddens: En defensa de la sociología, Alianza Editorial, Madrid, 2000, p. 31.
de la sociedad y política en el país. En ese sentido se establecieron los
fundamentos del análisis sociológico de la realidad nacional del Perú; sin
embargo, todavía en gran parte se encontraban enlazados a una tradición
caracterizada por una reflexión especulativa y ensayística. En ese contexto
se desarrollan principalmente dos perspectivas.
La primera perspectiva, más conservadora, desarrolla una filiación
positivista liberal y representa las expresiones más modernizantes de las
élites peruanas. Destacan Francisco García Calderón y Víctor Andrés
Belaunde. El Perú contemporáneo (1907) de García Calderón es el iniciador del género de “estudio integral” sobre la realidad nacional. En este
libro se analizan interrelacionadamente la historia, la coyuntura, las ideas,
la economía, la política, la educación, la situación internacional y el porvenir.
Por todo ello, se constituyó en el modelo de investigación de la realidad
social del país para la generación del novecientos. En ella se formula un
diagnóstico dualista de la sociedad peruana signado por la diferencia y
contraste radical entre la costa y la sierra. La costa moderna, civilizada y
sede de las élites criollas, mientras que la sierra representaba el atraso, el
aislamiento y el reducto de la población indígena. Como proyecto se plantea
el desarrollo de una oligarquía ilustrada, cohesionada y modernizante capaz de organizar e integrar la sociedad mediante la centralización de estatal. No desconoce los aspectos económicos ni de la tierra del problema
indígena, pero destaca el papel de la difusión de nuevas tecnologías, la
integración al mercado y la educación. Asume una perspectiva eurocéntrica
que define las características y trayectoria europea como superior o mejor,
mientras que lo nativo es visto como algo inferior y carente de valor. El
paradigma racista sirve para argumentar una visión jerarquizada del indio
en la sociedad, que por su condición requiere de un tutelaje transitorio y
de la responsabilidad de las élites criollas. Sin embargo, donde la ideología
racista se muestra con mayor plenitud, es cuando reconoce que el indio