Respuestas
Respuesta:
A comienzos del siglo XXI, pocos discreparán en que la industria de la construcción
ofrece una mala imagen. Un grupo especial de trabajo constituido recientemente para
investigar los aspectos relativos a la educación y la formación en la industria de la
construcción de la Unión Europea, así como la imagen de dicha industria informó lo
siguiente:
La situación general del sector de la construcción europea es la de un sector de baja
tecnología, un tanto retrasado, que trata desesperadamente de cambiar su imagen pero que le
resulta muy difícil hacerlo. Muchas reuniones y documentos han destacado las cuestiones
principales — cuestiones que se refieren a toda la construcción europea. (...) Pese a los
muchos esfuerzos y acciones para promover prácticas óptimas, el público en general sigue
teniendo la impresión de que no se puede confiar en el sector, de que está corrompido, de que
no se mantienen los acuerdos, de que el precio nunca es justo y de que la formación es
deficiente. (DG Enterprise, 2000.)
Con demasiada frecuencia vemos en nuestras pantallas de televisión escenas de
devastación, como por ejemplo edificios derrumbándose a raíz de terremotos, por la mala
construcción e inspección inadecuada. También son frecuentes las informaciones de
corrupción a gran escala en la que están implicados contratistas y gobiernos. A menor
escala, pocos son los hogares que no han tenido una mala experiencia con constructores
«salvajes» que operan en la periferia de la industria y generan muchas críticas del sector en
su conjunto. Todos estos problemas contribuyen a dar una mala imagen de la industria a
sus clientes y al público en general.
Pero la fuerza de trabajo, o la fuerza de trabajo potencial, tiene también una mala
imagen de la industria, y éste es el aspecto que reviste mayor importancia en el presente
informe. Se considera, en general, que la mala imagen del trabajo en la industria de la
construcción se debe a la naturaleza del trabajo en sí, que a menudo se califica de «sucio,
difícil y peligroso». Pero la verdadera razón por la que se percibe de manera tan negativa el
trabajo en la construcción tiene mucho más que ver con las condiciones de contratación
que con la naturaleza del propio trabajo. Para muchos trabajadores de la construcción las
condiciones de empleo han sido siempre malas; pero en el caso de muchos otros, sus
condiciones de empleo han experimentado un importante deterioro en los últimos 30 años
porque la industria de la construcción fue una de las primeras en adoptar prácticas
laborales «flexibles».
La contratación de trabajadores a través de subcontratistas y de otros intermediarios
es ahora la norma en la mayor parte de los países. Esto significa que el trabajo en la
construcción es cada vez más temporal e inseguro, y que la protección de los trabajadores
(cuando existe) se ha deteriorado al quedar muchos trabajadores excluidos de los regímenes de seguridad social. La práctica creciente de emplear mano de obra mediante
subcontratistas ha tenido también una profunda influencia en la seguridad y salud en el
trabajo y ha socavado los acuerdos de negociación colectiva y las actividades de
formación. Como consecuencia de ello, en algunos países ha disminuido
considerablemente el nivel de competencia en la industria de la construcción.
Explicación:
Respuesta:
La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico,[1] que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada