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Hoy se recuerdan 40 años de la muerte del intelectual guayaquileño Adolfo H. Simmonds, nacido el 23 de septiembre de 1892 y reconocido como uno de los mejores periodistas del país, que por más de 60 años aportó un gran legado al periodismo literario. Fue considerado como un maestro.
Como un aporte para las nuevas generaciones, su familia reeditó, en 1992, los artículos que publicó bajo el seudónimo de Porthos en la columna Cosas que pasan, de diario El Telégrafo, del 26 de febrero de 1943 al 1 de agosto de 1955. Son artículos sobre variados temas con fino humor e ironía.
El libro salió a la luz para celebrar el centenario del natalicio del periodista. Ahora, con ocasión de los 40 años de su fallecimiento, se hizo una reedición limitada de esta obra.
Simmonds escribía desde que cursaba el quinto año de secundaria y su pluma ya causaba polémica. Transcurría el año 1906 y empezó su trayectoria periodística en el colegio Vicente Rocafuerte. Sus textos creados en el plantel llegaron a El Grito del Pueblo Ecuatoriano, con los seudónimos Moisés Hauer y Pedro Gallo.
En 1911 pasó al colegio Pedro Carbo de Guaranda, donde se graduó de bachiller. De regreso a Guayaquil escribió para El Alacrán con José Vicente Trujillo. También se sumó a la redacción de El Guante, con Manuel J. Calle. Simmonds pasó a dirigir la página literaria de esta publicación y contó con importantes colaboradores.
En aquel tiempo era costumbre el uso de seudónimos. Él utilizaba los de Francisco de Olmos, Mauricio Romantier y Raúl Rojas.
Simmonds inició la carrera de Medicina, pero al concluir sus estudios regulares no optó por el título, pues no era su real vocación. Siguió trabajando en periodismo, oficio que alternó con la cátedra y sus trabajos en el Banco Central.
A finales de abril de 1921 empezó a escribir para El Fuete, de Pompilio Ulloa Reyes, y el 22 de ese mismo mes pasó a formar parte de la redacción de El Telégrafo. Allí laboró por un lapso de 47 años.
En 1953 fue electo miembro de la Academia de la Lengua. En 1957 figuró entre los fundadores de la revista Vistazo y formó parte de su consejo de redacción. Falleció el 15 de abril de 1969 a causa de una bronconeumonía. Un colegio nacional lleva el nombre de este intelectual, lo mismo que una escuela fiscal y una avenida al sur de Guayaquil. Y en la avenida del Periodista se erige un busto de Simmonds, realizado por el escultor Alfredo Palacio.