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Las representaciones occidentales generalmente muestran a estas criaturas con alas, cuerpos escamosos, capaces de lanzar fuego. En cambio la mitología oriental los presenta como seres sabios y benévolos, no escupen fuego ni tienen alas (aunque normalmente pueden volar gracias a la magia), poseen largas barbas, patas cortas, cuerpos alargados y delgados.
Los dragones chinos adoptaban diferentes colores según las circunstancias que debían representar. Aparecían de negro para revelar la llegada de la Destrucción, mientras los dragones amarillos prefiguraban la Muerte. Por el contrario, los dragones azules comunicaban el nacimiento de un personaje célebre.
El dragón coreano posee ciertos rasgos específicos: carece de alas y lleva barba larga. Algunos de ellos tienen garras, como el dragón Yeoiju.
Marco Polo expresa en su Diario que en la provincia de Carajan -situada en el sureste asiático- pudo conocer esta clase de serpientes-dragones inmensas y espantosas. El mencionaba que poseían dos patas delanteras próximas a la cabeza y pies con garras de halcón o de león, además de una boca lo suficientemente grande como para tragar a un hombre entero de un solo bocado.
De acuerdo con la mitología asturiana, el “cuélebre” es un dragón o serpiente alada que vigila celosamente fantásticos tesoros. De aliento espantoso que supura veneno, silba fuertemente y vive en cuevas subterráneas.
Es un dragón peligroso: se alimenta de personas y animales, tiene duras escamas y crece de manera permanente. Cuando envejece, sus inflexibles escamas aumentan de tamaño y exceden la capacidad de la tierra para contenerlo. Por este motivo, debe partir hacia la Mar Cuajada, lugar repleto de tesoros y de cuélebres que los cuidan.
Zmey, zmiy o zmaj es el nombre de un dragón eslavo similar al europeo tradicional, pero dotado de múltiples cabezas. Mientras vuela, respira y exhala fuego.
La serpiente-dragón más renombrada de Turquía, Bulgaria y Rusia se llama Zilant, vocablo que significa “serpiente” en uno de los dialectos turcos. A veces se hace referencia a esta criatura con la palabra persa Ajad, emparentada con el cirílico Аждаhа. Para los rusos, el Zilant era una criatura repulsiva, similar a los dragones europeos y persas.
Según la creencia extendida en los alrededores del Volga y de la región Idel-Ural, si estas serpientes-dragones sobreviven 100 años se transforman en bondadosas serpientes blancas (llamadas Aq Yılan).
Los dragones chinos adoptaban diferentes colores según las circunstancias que debían representar. Aparecían de negro para revelar la llegada de la Destrucción, mientras los dragones amarillos prefiguraban la Muerte. Por el contrario, los dragones azules comunicaban el nacimiento de un personaje célebre.
El dragón coreano posee ciertos rasgos específicos: carece de alas y lleva barba larga. Algunos de ellos tienen garras, como el dragón Yeoiju.
Marco Polo expresa en su Diario que en la provincia de Carajan -situada en el sureste asiático- pudo conocer esta clase de serpientes-dragones inmensas y espantosas. El mencionaba que poseían dos patas delanteras próximas a la cabeza y pies con garras de halcón o de león, además de una boca lo suficientemente grande como para tragar a un hombre entero de un solo bocado.
De acuerdo con la mitología asturiana, el “cuélebre” es un dragón o serpiente alada que vigila celosamente fantásticos tesoros. De aliento espantoso que supura veneno, silba fuertemente y vive en cuevas subterráneas.
Es un dragón peligroso: se alimenta de personas y animales, tiene duras escamas y crece de manera permanente. Cuando envejece, sus inflexibles escamas aumentan de tamaño y exceden la capacidad de la tierra para contenerlo. Por este motivo, debe partir hacia la Mar Cuajada, lugar repleto de tesoros y de cuélebres que los cuidan.
Zmey, zmiy o zmaj es el nombre de un dragón eslavo similar al europeo tradicional, pero dotado de múltiples cabezas. Mientras vuela, respira y exhala fuego.
La serpiente-dragón más renombrada de Turquía, Bulgaria y Rusia se llama Zilant, vocablo que significa “serpiente” en uno de los dialectos turcos. A veces se hace referencia a esta criatura con la palabra persa Ajad, emparentada con el cirílico Аждаhа. Para los rusos, el Zilant era una criatura repulsiva, similar a los dragones europeos y persas.
Según la creencia extendida en los alrededores del Volga y de la región Idel-Ural, si estas serpientes-dragones sobreviven 100 años se transforman en bondadosas serpientes blancas (llamadas Aq Yılan).
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algunas diferencias son que los europeos representan a los dragones como bestias feroces, con piel escamosa capaces de escupir fuego, pero la mitología oriental los representa como sabios, sin alas ni piel escamosa, pero que pueden volar gracias a la magia, estos para los orientales tienen largas barbas, patas cortas y cuerpos delgados. espero que te sirva.
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