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Respuesta:
Las características propias de dicha evolución y que nos diferencian de los primates son: bipedismo, posición erguida, aumento del tamaño del cerebro, disminución de las mandíbulas, lenguaje simbólico.
Explicación:
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- La liberación de las extremidades superiores (mano prensil): La posición erecta también permitió que las manos quedasen libres de la función locomotriz para manipular objetos, usarlos como utensilios y finalmente construir nuevos utensilios que los ayudasen a cazar, defenderse y construir. Esta evolución es fundamental en la evolución humana.
- El aumento de la capacidad craneal: La aparición de este aumento es paralelo a la evolución de las manos. Se cree que fue favorecida por factores como la posición bípeda que permitió disminuir la temperatura del cerebro o la alimentación que pasó de ser vegetariana a comer de todo. Cuando se habla de aumento de capacidad craneal no nos referimos únicamente al tamaño del cerebro. La capacidad craneal ha ido cambiando al largo del tiempo. A partir de los fósiles que se han encontrado, podemos establir que el cráneo de los póngids mesuraba de 400 a 500 centímetros cúbicos de media, no muy distinto de la capacidad de los Australophitecus. También sabemos que el cerebro del Homo Habilis mesuraba entre 600 y 700 centímetros cúbicos, y el de el Homo Erectus llegaba a los 1000 centímetros cúbicos; la del Homo Neanthertalensis con 1600 centímetros cúbicos que superaba a la de los humanos actuales.
- El ser humano, tiene además, una capacidad de aprender muy superior a la de otras especies. En las condiciones de vida en qué vivían los primeros homínidos, la selección natural favoreció estos caracteres biológicos.
- La adquisición de un lenguaje articulado que permite una mayor cooperación y transmisión de conocimientos. El ser humano es el único animal que ha desarrollado una comunicación simbólica.