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Respuesta:
Podemos combatir la pérdida de hábitat preservando los recursos naturales y aprendiendo a utilizarlos de una manera que no requiera una destrucción tan frecuente de los hábitats. La regulación es igualmente importante. Se deben establecer planes y reglas para legalizar qué cantidad de un área determinada puede ser alterada para beneficio de los seres humanos. Al practicar más moderación, permitimos que la vida silvestre se adapte y dejemos más áreas sin perturbar por el bien de la biodiversidad.
También deberíamos enseñar a otros la importancia de la biodiversidad. La educación integral sobre el medio ambiente ayuda a las personas a comprender cuán necesaria es la biodiversidad y enseña las formas en que cada uno puede contribuir a las causas que ayudan a mantener vivas a muchas especies diferentes.
Junto con la educación, también se debe aumentar la concienciación. Los observadores deben procurar ayudar a los profesionales de la información documentando de forma segura el proceso de destrucción del hábitat siempre que se presente la oportunidad. Los videos y las fotos ayudan a presentar visualmente las desafortunadas circunstancias que la destrucción ambiental puede crear, evocando respuestas emocionales que inspirarán a otros a tomar medidas para proteger los hábitats naturales.
Tan pronto como los seres humanos pueden destruir los hábitats naturales, debemos estar dispuestos a hacer el esfuerzo de reconstruir e intentar reemplazar lo que se ha perdido. Para las áreas que no se pueden salvar, podemos ayudar a financiar la creación de áreas que servirán como refugio para la vida silvestre desplazada. Estos refugios seguros imitan los hábitats naturales que permiten a las plantas crecer y a los animales vivir saludablemente sin la amenaza de la devastación. Se han realizado esfuerzos para crear estos santuarios por parte de ambientalistas de todo el mundo para proteger a las especies de la extinción.