Respuestas
Respuesta:
El estudio de la religiosidad popular en los escenarios deportivos se ha tratado de un modo segmentado en la historia universal y no es común en ciencias como la sociología y la antropología. La religiosidad popular no sólo incluye determinados ritos, mitos y actitudes de una población determinada, sino que reflejan la historia y el devenir de las mentalidades de personas vinculadas con la actividad deportiva. Los antecedentes mediatos del deporte indican la existencia de vínculos con la religión, en este sentido, Carl Diem apunta que todos los ejercicios físicos fueron cúlticos en sus orígenes y que durante mucho tiempo, han seguido manteniendo un carácter religioso (citado por Huizinga, 1998).
Por lo anteriormente expresado, es importante recurrir a la historia de las creencias religiosas en el deporte o vinculadas al deporte para determinar los fundamentos socio religiosos que marcan su surgimiento. Se ha demostrado que el mismo surge como respuestas a diversas necesidades económicas, sociales, culturales y en otros órdenes de la vida, por lo tanto cumplen funciones específicas que responden a dichas necesidades.
La religión, como todo un sistema de creencias, tiene amplia repercusión en lo cultural. La religión oficial posee una liturgia rígidamente estructurada y dogmas fijados, mientras que la popular la manifiestan en dependencia de como los individuos la entiendan y deseen practicarla.
Explicación:
La deportiva tiene sus orígenes en los primeros vínculos de los participantes, relaciones de grupos y estructuras de poder que dieron lugar a las primeras actividades lúdicras de carácter religioso. Durante mucho tiempo, el hecho deportivo se articula con la religión, condicionando la comprensión y el respeto a las pertenencias religiosas de los diversas grupos sociales que comparten los mismos espacios y actividades deportivas, ayuda además, a mitigar las diferencias intracomunitarias y al afianzamiento de los vínculos societales.
La religiosidad del pasado legendario de los pueblos es transmitida de modo intergeneracional, es así que numerosos atributos identitarios del ritual deportivo y religioso, como los valores sacralizados en forma de mitos, los diversos signos y significados de la actividad deportiva, se configuran y trascienden en el tiempo, convirtiéndose en pertenencias compartidas de los deportistas, familias deportivas y otros entes personales que forman parte del hecho deportivo, alcanzando cada día más aceptación en la conciencia, creencias compartidas e imaginario social.