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Un proyecto financiado con fondos europeos ha reunido a algunos de los centros más destacados en microscopía electrónica para facilitar un acceso personalizado a socios académicos e industriales. Esta colaboración transfronteriza ha contribuido a abrir nuevas vías de investigación de las que no se disponía antes y ha vuelto a poner de relieve el valor de la cooperación en la investigación europea.
La microscopía electrónica utiliza un haz de electrones para obtener una imagen de un objeto. Estos microscopios se utilizan para investigar la ultraestructura de una amplia gama de especímenes biológicos e inorgánicos, incluidos microorganismos, células, moléculas grandes, muestras de tejidos de biopsias, metales y cristales. En la industria se suele usar el microscopio electrónico para el control de calidad y el análisis de fallos. Los microscopios electrónicos modernos producen microfotografías electrónicas empleando cámaras digitales especializadas y tarjetas de adquisición para capturar la imagen.
Aunque pueden conseguir mayores aumentos y mucha más resolución que los microscopios ópticos —permitiendo así observar objetos mucho más pequeños con un detalle más fino—, el equipo necesario es grande y caro. A menudo se requieren instalaciones diseñadas a tal efecto y personal capacitado. Poniendo sus recursos en común, el equipo del proyecto ESTEEM2 ha sido capaz de proporcionar acceso a instalaciones de esas características a un público mucho más amplio.
A través de un proceso simple de revisión por colegas, tomando en consideración los méritos y las prioridades científicas, el equipo de proyecto ESTEEM2 concedió el acceso a los solicitantes. Se ofreció soporte a los usuarios a través de una red social destinada a abordar cuestiones clave como la preparación de muestras, la interpretación de datos y la estandarización de metodologías. Además, se organizó una serie de escuelas y talleres para capacitar en métodos innovadores de microscopía electrónica y se estableció un foro virtual para debatir sobre las técnicas más avanzadas.
Por ejemplo, en julio de 2015 se celebró un taller de microscopíaa electrónica de transmisión avanzada (TEM) en Suecia. La TEM es una herramienta muy potente para la investigación de materiales, nanoestructuras y nanodispositivos porque proporciona información sobre la estructura y la química de las sustancias a nivel atómico. Además, la espectroscopia de pérdida de energía de electrones (EELS) y otros tipos de espectroscopia tienen el potencial de ampliar aún más el conocimiento científico de la estructura y propiedades.
Otro taller tuvo lugar en Cádiz, España. Este taller se centró, en particular, en la microscopía electrónica de transmisión de nanomateriales, destacando los avances logrados y el abanico de nanomateriales que han sido examinados.
Los participantes tuvieron la oportunidad de debatir sus datos, formular preguntas y recibir asesoramiento para la realización de futuros experimentos.
La cooperación científica facilitada por el proyecto también ha proporcionado nuevos descubrimientos. Mediante el acoplamiento de un microscopio electrónico de transmisión de barrido a un interferómetro, utilizado para medir pequeños desplazamientos o irregularidades en superficies, se consiguió detectar nuevas fuentes de emisión de fotón simple (SPE). Esto confirmó la posibilidad de detectar este tipo de fuentes en diferentes materiales con una configuración experimental novedosa. Este descubrimiento podría conducir a a la búsqueda de nuevas SPE en diferentes materiales, incluidos los monocapa en 2D.
El proyecto ESTEEM2, que concluirá a finales de septiembre de 2016, ha contribuido a consolidar el liderazgo estratégico de Europa en microscopía electrónica. Por su parte, los materiales desarrollados durante este proyecto seguirán guiando los experimentos futuros y promoviendo la microscopía electrónica entre la comunidad científica.