Respuestas
Palabras de Angel Gurría, Secretario General OCDE
Martes 8 de enero de 2013, México DF
Señor Secretario del Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud, Señor Director General de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld, Señoras y Señores
Es para mí un gran gusto estar con ustedes para presentar los informes de la OCDE sobre la “Evaluación del Desempeño Ambiental de México” y sobre cómo “Hacer Posible la Reforma de la Gestión del Agua en México”. Agradezco la presencia del nuevo titular de la SEMARNAT y del nuevo Director General de CONAGUA. Su participación refleja la importancia que México le da a estos temas y a su asociación con la OCDE.
En este momento de metamorfosis mundial, los países deben aprovechar esta crisis, que ya está entrando a su quinto año, para replantear y fortalecer sus marcos regulatorios, sus instituciones y su crecimiento. Como hemos venido insistiendo en la OCDE, la única forma de consolidar la recuperación y de lograr esta transformación es aplicando una serie de cambios en tres frentes paralelos: lo ESTRUCTURAL, lo SOCIAL y lo VERDE!
La promoción del CRECIMIENTO VERDE es una parte fundamental para las estrategias de recuperación y crecimiento de los países de la OCDE. Nuestros planes de gobierno, en todos los ámbitos, tienen que incorporar una dimensión medioambiental. Ya no tenemos otra opción. México ha iniciado su transición hacia un crecimiento verde, consciente de sus desafíos medioambientales y es crucial evaluar y medir sus avances.
Permítanme comenzar con la Evaluación del Desempeño Ambiental de México. Esta ya es la tercera que realizamos en este país. De acuerdo con este análisis, en los últimos años México le ha dado cada vez mayor importancia a la sustentabilidad ambiental, asignándole cada vez más recursos presupuestarios.
Esto se ha traducido en un mejoramiento de la calidad de vida ambiental de los mexicanos: el número de días en que se excedieron las normas de calidad del aire en las grandes ciudades ha disminuido; los Objetivos de Desarrollo del Milenio, respecto del acceso a los servicios de agua potable y saneamiento, se han cumplido y superado; también se han logrado avances significativos en materia de rehabilitación de sitios de desechos y de alto riesgo para la salud humana.
No obstante, todavía quedan muchos restos por abordar. Si bien los costos de la degradación ambiental y el agotamiento de los recursos naturales han disminuido a lo largo de la década, en 2010 estos costos llegaron a representar el 7% del PIB mexicano. Esta es una cifra muy elevada en comparación con los otros países de la OCDE.
Nuestro país también ha registrado avances significativos en la protección de la biodiversidad. La biodiversidad de México es un bien público mundial: alberga entre el 10% y el 12% de la biodiversidad del planeta. Los bosques cubren una tercera parte de la superficie del país. Con el fin de salvaguardar este patrimonio, México ha introducido una serie de políticas innovadoras, como el Pago por Servicios Ambientales y el Programa de Ordenamiento Ecológico General del Territorio, que se aprobó recientemente.
Estos son pasos muy importantes que reflejan un compromiso político sólido con la protección de la biodiversidad. Pero México debe hacer bastante más. Nuestro país tiene que ir aún más lejos en los esfuerzos por luchar contra las presiones sobre la biodiversidad, en particular aquellas provenientes de la agricultura.
México también ha realizado esfuerzos considerables para hacer frente al cambio climático. La Ley General de Cambio Climático aprobada en junio países.
cuerpo, nuestros alimentos, nuestro planeta, son primordialmente agua. Nuestra producción industrial se realiza con agua. La manera en que los países están enfrentando sus desafíos de agua, determinará su posición, fortaleza e importancia en las próximas décadas.
En un país como México, con una población que se acercará a los 150 millones de habitantes en 2050, con enormes disparidades territoriales y socio-económicas, con una fuerte exposición a los efectos del calentamiento global y un crecimiento poblacional y económico generado principalmente en las zonas con menor disponibilidad de agua, la gestión del agua se convierte en una política de seguridad nacional.