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¡Hola!
Aunque de manera aparente la democracia y los derechos humanos están estrechamente vinculados, existen numerosos puntos de tensión. Estos antagonismos implican la subordinación de la democracia a los derechos humanos, lo que constituye un conflicto en ciertos modelos democráticos pero no así en el entendimiento más sustancial de la democracia. Algunos de los aspectos que se analizan en este escrito son las nociones de igualdad y libertad en las distintas filosofías políticas, así como los límites que impone a los Estados el derecho internacional de los derechos humanos y las implicaciones que esto tiene para el ejercicio de los derechos humanos en los regímenes democráticos.
La relación entre democracia y derechos humanos también es configurada según el orden político existente y el predominio de ciertas filosofías políticas, así como la manera que éstas tienen de entender al individuo y de priorizar los derechos humanos. Con esto quiero decir que los distintos tipos de Estados democráticos -configurados bajo filosofías políticas específicas- se confrontan en distinta medida con los derechos humanos. Si bien todos los regímenes democráticos reconocen las libertades fundamentales, las diferencias son notables con respecto a muchos derechos políticos y en relación a los DESCA.
En el caso de los Estados liberales, la relación democracia-derechos humanos es compleja, pues el liberalismo privilegia de manera clara los derechos individuales sobre los derechos colectivos, así como las libertades y la propiedad privada sobre la soberanía popular y los DESCA. Esto se debe a que la ética del liberalismo se basa en la competencia de los individuos y cuestiona las estructuras colectivas.