• Asignatura: Castellano
  • Autor: erixavithromero66
  • hace 5 años

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar

aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de

veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban

por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente,

que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo Todos los

años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba s carpa cerca de la aldea, y con

un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un

gitano corpulento, de barba montaraz v manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquíades,

hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios al.

quimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se

espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas

crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos

perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se los había buscado, y se arrastraban en

desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades. Una idea general​

Respuestas

Respuesta dada por: castilloantoni693
0

Respuesta:

muchotexto lamentablemente

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