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Para elevar la calidad educativa, es fundamental generar ambientes de aprendizaje propicios para que los alumnos desarrollen todo su potencial. Esto supone un reto para los docentes y la escuela, en el caso de los primeros, el reto estará en hacer todo lo necesario para crear las condiciones que inviten al alumno a participar, pensar, reflexionar, dialogar, trabajar en equipo, aplicar sus conocimientos en la realidad... y para la escuela, el reto estará enfocado en contar con las aulas, mobiliario, accesos, áreas verdes, materiales educativos y estrategias educativas que contribuyan a que los docentes y los alumnos tengan un espacio agradable para enseñar y aprender.
Sobre la generación de ambientes de aprendizaje, la investigadora educativa Teresita Gómez Fernández, señala que “Las instancias encargadas de planear y operar procesos educativos han de ocuparse por la creación de ambientes que propicien el logro de los objetivos. Algunos de los elementos a considerar en los ambientes de aprendizaje pueden ser el aula, la disposición de las bancas, los materiales, la temperatura, los horarios, la currícula, el estudiantado, el/la docente, los reglamentos, la tecnología, la comunidad, entre una infinidad más; pero, definitivamente, el tipo de relación que se establece entre estos elementos es lo que constituirá un determinado ambiente de aprendizaje”.
Como vemos, la construcción y gestión de los ambientes de aprendizaje, implican la interrelación entre diversos elementos como el aula, los horarios, materiales, docentes, alumnos, formas de trabajar, tipo de comunicación que se da entre alumnos y su docente, reglamentos internos, el uso o no de las tecnologías de la educación que contribuirán a generar un ambiente de aprendizaje. En la generación de los ambientes de aprendizaje van implícitos el compromiso y organización por parte de todos los actores educativos involucrados, ya que deben trabajar colaborativamente para lograr un aprendizaje significativo.
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