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En el día de ayer se conoció la noticia de un joven melillense de 28 años que responde a las iniciales de D.P.S. que ha realizado una gran obra con la cual ha logrado salvar a los niños del tercer mundo del hambre.
Este joven muchacho se hizo millonario con tan sólo 25 años tras ganar una de las apuestas de lotería. Tras recibir tal cantidad de dinero (superior a los 100.000.000€), su único propósito fue ayudar a la lucha contra el hambre en África, centrándose en pensar la forma en la que podía solventar este problema que tanta pena le causaba.
Lo primero que hizo fue viajar a la zona más afectada, aquella en la que más niños se encontraban en riesgo de muerte por desnutrición para estudiar la zona y la situación. Una vez revisada, volvió a Melilla para estudiar los cambios que en dichas poblaciones africanas se podían hacer.
Lo siguiente que hizo fue contactar a una empresa especial en tratamientos del agua, para que se desplazara al lugar siniestro y encontrasen agua debajo de la tierra. Tras seis meses de duro trabajo, consiguieron hacer grandes pozos en varias zonas, con conductos que transportaban el agua a una planta potabilizadora para que aquellas personas bebieran agua saludable, algo imposible hasta este momento.
Además de esto, habiendo contratado a muchas personas y especialistas de la tierra para que buscasen la fórmula de poder cultivar en el lugar, sólo tardaron tres meses en encontrar la mejor situación y enseñar a los lugareños el arte de la agricultura. También contrató a empresas de construcción cuyo trabajo ha dado lugar a un colegio, un hospital, varios salones y comedores gigantes con grandes cocinas y grandes parques y zonas de juegos para todos esos niños y niñas que estaban seguros de que iban a salvar del hambre.
Pero, mientras todas estas personas trabajaban, el joven compró varios aviones privados que estuvieron llevando comida, bebida, medicamentos y ropas hasta que estas personas pudieran valerse por sí mismas.
A día de hoy, transcurridos tres años de ese gran día para el muchacho, podemos anunciar que los ciudadanos de los poblados más pobres de África, han sido salvados de la pobreza. Ya no están enfermos, pueden trabajar, los niños van a la escuela, tienen médicos y tienen lugares bonitos para jugar.
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