Respuestas
Respuesta:
Por otra parte, los grandes países industrializados, a excepción de Estados Unidos y la URSS, eran grandes consumidores de energía pero no la producían. Durante el año 1972, otros países productores de materias primas intentaron presionar sobre los consumidores elevando los precios, por lo que se puede decir que había antecedentes del estallido que más adelante se produjo. El 16 de octubre de 1973, en un momento en que todavía la Guerra árabe-israelí no estaba concluida, los países de la OPEP tomaron la decisión de que el precio del barril del petróleo pasara de tres dólares a cinco. Al día siguiente, esos mismos países decidieron establecer un sistema de embargo para aquellos que parecían apoyar por completo a Israel como, por ejemplo, Estados Unidos y Holanda.
También los países de la OPEP optaron por reducir la producción entre un 15 y un 20% y, a continuación, hacerlo en un 5% al mes hasta que Israel abandonara los territorios ocupados. Pero este sistema de limitación de la producción, que, en parte, se justificaba con la afirmación de que las reservas estaban agotándose acabó por dañar a los propios países productores, no correspondía a peligro tan acuciante y fue finalmente abandonado. Todas las economías de los países industrializados debieron recurrir a planes de austeridad que, de forma inevitable, produjeron una disminución del consumo y una rebaja del nivel de vida. El aspecto en el que fue más manifiesta la crisis en todo el mundo fue el referido a la tasa de paro, que sobrepasó en los países de la OCDE el 5% en 1974-5 y en 1980-2 llegó al 10%.
Tampoco en este caso las cifras del paro tenían nada que ver con el 20-30% de parados en los países industrializados en los años treinta. Pero es necesario hacer también mención del impacto que la crisis tuvo sobre los países subdesarrollados. Mucho más frágiles, en la práctica, no obstante, el destino de los países del Tercer Mundo después de la elevación del precio del petróleo fue muy variado. Claro está que los países productores de petróleo no se mantuvieron unidos.
Frente a los que, como Irán y Libia, trataron de aprovechar al máximo el incremento en los productos petrolíferos, otros, como Arabia, actuaron con mayor prudencia de cara al impacto que sus medidas podían tener en los países desarrollados de Occidente. Pero los países pobres, carentes de petróleo, vieron cómo su situación se agravó todavía más, lo que alcanzó niveles especialmente dramáticos en el caso de África. Los Estados Unidos propusieron la creación de una Agencia Internacional de la Energía, que agruparía a los países consumidores de petróleo frente a los productores. La fórmula no fue aceptada por Francia, que propuso una conferencia entre países industrializados, subdesarrollados y productores de petróleo, que tuvo lugar en París bajo dos fórmulas sucesivas.
Una reunión celebrada en Cancún, en 1981, pretendió también establecer un nuevo marco de relaciones entre los países desarrollados y los no desarrollados . Quizá mucho más prácticos fueron los acuerdos a los que llegó la CEE con países de África, el Caribe y el Pacífico, denominados Lomé I y Lomé II . Estos acuerdos preveían una ayuda financiera a los países en desarrollo que cuadruplicaba la prevista en el acuerdo previo de Yaundé. Si las iniciativas acerca del diálogo entre el Norte y el Sur fueron relativamente modestas, en cambio, los grandes países industrializados establecieron un principio de concertación a partir de 1975.
El periodo que transcurre entre 1870 y 1914 preside una expansión extraordinaria de la economía capitalista, a pesar de la crisis de 1873-1896. Tras esta crisis, y hasta después de la primera guerra mundial se entra en una nueva fase de prosperidad económica caracterizada por la subida de precios, el aumento de la producción y de los intercambios y la concentración y expansión del capital. Si hasta 1870 solo se podía hablar en propiedad de dos países industrializados (gran Bretaña y Bélgica) y de algunos otros en procesos de industrialización (Francia, Alemania y estados unidos) a partir de esa fecha la industrialización se extiende por Europa central y del noroeste, Japón y algunas regiones de Canadá, Italia, España y Rusia. Es la llamaba segunda revolución industrial.
Nueva demografía
Durante esta etapa, en los países avanzados donde ya se había producido la revolución demográfica continua el descenso de la mortalidad a lo que ahora se suma un descenso de natalidad; en los países más atrasados la entrada en un siclo demográfico nuevo original un descenso más fuerte de la mortalidad como consecuencia se produce un amplio crecimiento demográfico y adquieren importancia las migraciones intercontinentales.