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¿Cómo desarrollar sentido del humor?
1. Acostúmbrate a adoptar una perspectiva distanciada
Puede que suene paradójico, pero para potenciar el sentido del humor, es necesario un paso previo en el que nos distanciamos de nosotros mismos, adoptamos una perspectiva neutral (o relativamente neutral), y observamos lo que ocurre a nuestro alrededor como si todo eso no formase parte de la realidad en la que uno vive.
2. Aprende a no tener miedo del qué dirán
Cualquier persona que haga gala de un buen sentido del humor asume el riesgo de no hacer gracia y quedar como una persona rara o que dice cosas sin sentido. Es inevitable, por ejemplo encontrarse con personas que no entenderán una referencia necesaria para comprender un chiste improvisado. Para conseguirlo, no viene mal trabajar en el mantenimiento de una buena autoestima y de unas habilidades sociales correctas.
3. Aprende a reírte de ti
Esta es posiblemente la regla más importante para potenciar el sentido del humor. Saber bromear acerca de uno mismo es fundamental, porque muestra compromiso y consistencia con una filosofía de vida basada en la idea de que prácticamente nada es lo suficientemente solemne como para no reírse de ello en ciertas circunstancias.
4. Culturízate
Este es un aspecto que muchas personas pasan por alto, pero la calidad de nuestro sentido del humor puede verse muy beneficiada si nos acostumbramos a leer y a aprender acerca de diferentes ámbitos. ¿Por qué? Porque así es mucho más fácil crear conexiones graciosas e interesantes entre conceptos aparentemente muy alejados entre sí.
5. No te aprendas chistes
Este es el camino aparentemente fácil que algunas personas eligen creyendo que les permitirá acceder al sentido del humor a través de la memorización. Pero no existe ningún sentido del humor que se fundamente en memorizar cosas: por definición, esta cualidad se basa en la espontaneidad y en el modo en el que reaccionamos a nuestro contexto en tiempo real.
6. Aprende a diferenciar cuándo es apropiado usarlo y cuándo no
Hay situaciones en las que bromear está de más. No porque la situación en sí no tenga un componente gracioso para nosotros (en caso de no ser así, no se nos habría ocurrido ningún comentario gracioso, en primer lugar), sino básicamente para no dañar a otras personas que lo están pasando mal o para las cuales es importante que el momento sea solemne. Conviene respetar su voluntad y dejar que tengan esos espacios libres de comentarios que para ellas serían inapropiados.
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