Respuestas
Respuesta:
Explicación:
En primer lugar, cuando se habla de la historia, en términos metodológicos,
resulta persuasiva la discusión que esta disciplina ha generado en el marco
de las ciencias sociales. Para historiadores como E. P. Thompson, la historia
es una humanidad venida a ciencia; para otros, preocupados por la forma,
como Handey White, es una disciplina mitad arte y mitad ciencia. Así pues,
se reconoce que la historia, y particularmente la historia política alemana del
siglo XIX, en el marco de la conformación de las ciencias sociales modernas,
fue la primera de las disciplinas que se acercó al método científico. Immanuel
Wallerstein, en este contexto, da a conocer que la historia se consolida con intenciones ideográficas; es decir, sus propósitos son más explicativos en torno de
los acontecimientos del pasado, no siendo su prioridad el establecer hipótesis,
leyes o teorías (Wallerstein, 1999: 18), aspecto que se ha mantenido hasta la
actualidad. La historia, ante todo, sigue buscando la verdad en el pasado, pero
no tiene la intención de establecer leyes o teorías.
En efecto, si la historia como disciplina parte con estas características –una ciencia social con método investigativo, pero que no busca leyes o
teorías–, nos podemos apegar a la definición dada por uno de los fundadores
de la Escuela de Annales, Lucien Fevbre, para quien la historia es el estudio
científicamente elaborado del pasado o, mejor, en sus propias palabras:
La historia es el estudio científicamente elaborado de las diversas actividades y de las
diversas creaciones de los hombres de otros tiempos, captadas en su fecha, en el marco
de sociedades extremadamente variadas y, sin embargo, comparables unas a otras (el
postulado es de sociología), actividades y creaciones con las que cubrieron la superficie
de la tierra y la sucesión de las edades (Fevbre, 1992: 40).
Al partir de este principio, el trabajo en historia, al ser científico, se acerca a un
método de investigación y, por ende, a un problema investigativo, aspecto que
demanda además el establecimiento mínimo de una hipótesis de trabajo. No
obstante, el carácter de las hipótesis de trabajo en historia debe ser comprendido como el uso de pequeñas herramientas o pequeños bisturíes que sirven para
indagar el pasado. Para L. Fevbre, la historia, con estas características, debía ser
problematizante, aspecto que se definió como la historia problema, acompañada
de otra característica: el principio de la interdisplinarierdad en la historia y en
las ciencias sociales en general.
La historia, como objeto inmediato de investigación, estudia el pasado humano; se interesa por el hombre en sus múltiples funciones, diversas actividades,
preocupaciones y actitudes variadas que se mezclan, chocan, se contrarían y
confluyen en un modo de vida.