Explique los problemas que posibilitaron la disolución del Imperio Romano de Occidente.
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En el año 476 d.C cayó definitivamente el Imperio Romano de Occidente. Así aparece recogido en todos los libros de historia, pero a decir verdad Roma ya venía perdiendo bastante fuelle en los últimos años, concretamente durante un siglo antes. Hoy queremos daros algunas de las causas de la caída del Imperio Romano.
Causas que provocaron la caída del Imperio Romano
Para que todo un gran imperio como este se desmoronara tuvieron que confluir muchos factores. Todo empezó, puede decirse, en el año 285, cuando el imperio se divide en Oriente y Occidente. Los recursos y la población disminuyó bastante, y esto lo acusó el imperio muy fuerte. Precisamente la falta de recursos en Occidente se vio en la pérdida de riqueza de su gobierno. Esto conllevó a la subida de impuestos, la reducción de las ventas y el aumento del desempleo.
Otra de las causas fue la llegada del cristianismo, en el sentido de que se desmitificó completamente la figura del emperador, considerado antes como un dios. Curiosamente esto provocó que ya poca gente se interesaba en la vida militar, por lo que el ejército ya no era ni mucho menos de lo mejorcito del imperio. Se contrataron bárbaros para formar las legiones, gente sin ninguna lealtad a Roma.
Este ambiente enrarecido beneficiaba al surgimiento de las corrupciones políticas. Los excesos de los emperadores y los altos funcionarios llevaron a la ruina al gobierno del imperio. No había dinero para nada, lo que conllevó que incluso la salud pública se resquebrajara. La gente moría de hambre por las calles. El Imperio Romano se hundía lentamente.
Ante una situación así, ¿quién no hubiese aprovechado la ocasión para lanzarse sobre Roma y conquistarla?. Era el momento propicio, y los pueblos bárbaros no pudieron esperar más. Desde finales del siglo IV los galos, antiguos oprimidos, se venían levantando contra Roma. Ahora no encontraban tanta oposición como antes.
A ellos se les unieron los visigodos y los vándalos, ávidos de conquistar un imperio inmenso. Fue ya en el año 476 cuando Roma, una ciudad destruida moral, social, económica y políticamente, no pudo más. Acababa así el Imperio Romano de Occidente, una de las civilizaciones más grandes y potentes de la historia.