• Asignatura: Castellano
  • Autor: laura248
  • hace 9 años

nesecito una oracion con la palabra altoparlante

Respuestas

Respuesta dada por: alfa6
10
*Se oyó un anuncio por el altoparlante.
*Cuando Jose regresó a la cubierta cogió el altoparlante de gianmarco y gritó.
*Los carabineros habían estrechado filas y le ordenaron, con un altoparlante, detenerse, depositar la bandera en el suelo y avanzar con las manos en la nuca.
Respuesta dada por: Sebbbasttian
2
Magnificada por los altoparlantes, la voz de Jebel dijo:.
Su respuesta resonó hendiendo los oídos, resonó por los altoparlantes.
Se detuvo en la mitad y Rumfoord lo llamó de nuevo por los altoparlantes.
La voz salía no del árbol sino de los altoparlantes instalados en las paredes.
Las musiquillas difundidas por los altoparlantes armonizan con este lujo visual.
Sorprendida, le hubiera preguntado algo más, pero los altoparlantes anunciaron:.
El anuncio del capitán se oyó por los altoparlantes en ruso, alemán y finalmente en inglés.


—¡Atención, el enemigo dispara con Rayos Zeta! —dijo una voz tranquila por los altoparlantes.
El trató de llevarla a la pista de baile, pero callaron los altoparlantes y las parejas empezaron a disolverse.
–¡Traigan al Vagabundo del Espacio aquí! – bramó la voz de Rumfoord desde los altoparlantes en lo alto de las paredes.
Evita recitó por los altoparlantes de la casa de música un poema de Amado Nervo con exceso de gorgoritos y una dicción calamitosa.
La gente, las palomas y los anuncios constantes por los altoparlantes de la estación se fusionaron en un estrépito que me mareó y, por un instante, todo se hizo negro.
Por ejemplo, los hombres del coronel Abbes García ponían todas las noches, con altoparlantes dirigidos al local, los merengues trujillistas de moda, de modo que las monjitas no pegaran el ojo.
Desde que Evita recitaba versos de Amado Nervo por los altoparlantes de Junín, vestida aún con el delantal de la escuela, soñaba con un hombre como aquél, compasivo y al mismo tiempo desbordante de fortaleza y de sabiduría.
Aunque la verdad era otra: la distancia real, las cuestas del camino, la música de los altoparlantes que los fines de semana tronaba casi hasta el amanecer, el ruido de los aviones, el clima, todo indicaba que era un barrio urbano.
Un trueno ensordecedor e interminable rugió en los altoparlantes y estremeció la cabina de comando, mientras llamas de tres mil metros de altura fulminaban el cuerpo de la nube agresora y empezaban a girar, como un molino incandescente; el aire vibraba en capas, que se curvaban cuando se movía el centro del calor.
El país estaba convulsionado por las campañas políticas, los trenes de triunfo cruzaban de Norte a Sur llevando a los candidatos asomados en la cola, con su corte de proselitistas, saludando todos del mismo modo, prometiendo todos las mismas cosas, embanderados y con una sonajera de orfeón y altoparlantes que espantaba la quietud del paisaje y pasmaba al ganado.


espero que te sirva!!
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