Respuestas
El doctor Bonenfantes rebuscaba en su memoria, repitiéndose para sus adentros: "¿Un recuerdo de Navidad…? ¿Un recuerdo de Navidad…?"
-Ah, sí, ya lo tengo -exclamó, de pronto-. Y, por cierto, se trata de una historia de lo más extraña. Un suceso fantástico. ¡Un milagro! Sí, señoras, como lo oyen: un milagro de Nochebuena. Comprendo su asombro, viniendo de alguien tan incrédulo como yo, pero les aseguro que lo vi con mis propios ojos. ¿Que si me sorprendió mucho, preguntan? No tanto. De sobra saben que no profeso creencias religiosas y, sin embargo, no por ello dejo de reconocer el enorme poder de la fe. Y, aunque lo que vi, no fue suficiente para conseguir mi conversión, he de admitir que aquélla fue una de las experiencias más insólitas que he presenciado en mi vida.
»Ejercía yo por entonces como médico en un pueblecito de Normandía llamado Rolleville. Aquel invierno fue terrible. A finales de noviembre,…