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Respuesta:
«Todos pensamos históricamente..., buscamos espontáneamente los pre-
cedentes y nos esforzamos por situar el momento presente en un devenir.»
La afirmación de Raymond Aron en Dimensions de la conscience histori-
que (i) nos explica, en parte, el interés que adquiere para nosotros el pte-
senté. En cierto modo, una manera de tomar partido en la Historia actual
es historiarla. Nuestras limitaciones, prejuicios y la insuficiente perspectiva
conspiran contra una visión más depurada de la Historia de hoy; pero no
obstante estos factores adversos, revisar lo que ha sucedido en nuestro tieni'
po es una manera de situarnos en él y de comprender lo que nos influye
y determina. Revisar y valorar el presente es labor indispensable para in'
tentar averiguar hacia adonde vamos.
«Nuestra época es como una bisagra en los albores del tercer milenio...
—ha escrito Louis Pauwels, el director de Píemete, de París—. Esta es una
•época de transición, a la vez exaltante y penosa de vivir. Entramos ya en
«1 mundo del tercer milenio-, en el que los métodos de existencia y las for-
mas de pensamiento serán muy diferentes a los que acabamos de conocer...
No creo que estemos en plena noche, sino en el crepúsculo matutino...
La Humanidad no tiene conciencia completa de los cambios que se prepa-
ran... El siglo XX es el reflejo de la báscula de un milenio1
en otro