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poden entrar directo por el esofago, por fosas nasales, ojos o incluso piel como el lebola
espero que te sirva de algo :)
Los microorganismos se diseminan rápidamente a lo largo de las superficies epiteliales húmedas del intestino, los pulmones y el aparato genitourinario y de una forma lenta, si es que lo hacen, sobre la superficie seca de la piel. Muchos no superan el epitelio, ya que sólo proliferan en las capas superficiales del mismo, pero otros pueden penetrar (estreptococos y estafilococos que secretan hialuronidasa, la cual degrada la matriz extracelular existente entre las células del huésped). Las vías de propagación microbiana siguen inicialmente los planos de tejidos de menor resistencia y el trayecto de los vasos linfáticos y sanguíneos regionales. Una vez en la sangre, el transporte de los microorganismos se lleva cabo por distintos medios. Así, los virus de la poliomielitis y el VHB, casi todas las bacterias y los hongos, algunos protozoos parásitos (tripanosoma africano) y todos los helmintos viajan libremente por el plasma. Los virus del herpes, el VIH, el CMV, Mycobacterium, Leishmania y Toxoplasma son transportados por los leucocitos. Por último, los eritrocitos transportan ciertos virus y parásitos (Plasmodium y Babesia).
La diseminación de los patógenos en la sangre puede dar lugar a signos sistémicos de infección, incluida la fiebre, que esconsecuencia de la acción de citocinas del huésped liberadas en respuesta a la endotoxina bacteriana. La invasión masiva y persistente del torrente circulatorio por bacterias piógenas y ciertos parásitos (Plasmodium) puede ser mortal. Los focos infecciosos diseminados por vía sanguínea se denominan focos secundarios y, en general, tienen una distribución muy amplia, ya sea en un solo órgano o en muchos tejidos (microabscesos en riñones, intestino y piel, causados por embolias sépticas sembradas a partir de la infección estafilocócica de una válvula aórtica). Los microbios invasores se propagan con rapidez dentro de las cavidades revestidas por serosas, como la pleura, el peritoneo y las meninges.
Con frecuencia, los microorganismos provocan importantes manifestaciones de enfermedad en lugares distantes al punto de entrada. Cuando los microorganismos infecciosos circulan por la sangre materna o alcanzan el útero e infectan la placenta y el feto desde la vagina, pueden alterar gravemente el desarrollo de este último. En general, las infecciones bacterianas placentarias o fetales provocan un parto prematuro o un mortinato; las infecciones víricas también pueden alterar el desarrollo del feto en función del momento en que se produzca la infección. El feto recibe anticuerpos de su madre, pero no linfocitos T sensibilizados, y, en consecuencia, los microorganismos patógenos oportunistas habituales en los pacientes con SIDA (CMV, virus del herpes y Toxoplasma) pueden causar graves lesiones fetales. Durante el parto, los lactantes también pueden infectarse por virus y bacterias de origen materno que en una etapa posterior causan un síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH), una hepatitis crónica o un cáncer hepático (VHB), ceguera (clamidias) o insuficiencia multiorgánica (virus del herpes).