Respuestas
Explicación:
Cuando hablamos de sustancias simples nos estamos refiriendo a los elementos químicos, formados exclusivamente por átomos con idéntico número atómico. Pero debemos tener en cuenta que el hecho de que los elementos estén formados por el mismo tipo de átomos no implica que estos, en estado natural, se encuentren aislados individualmente, sino que muchos de ellos aparecen asociados de dos en dos, de tres en tres, etc. Debido a esto:
Las sustancias simples se representan mediante el símbolo del elemento y un subíndice que indica el número de átomos de dicho elemento que las forman.
Por ejemplo:
Los gases nobles aparecen siempre en forma monoatómica, es decir, se encuentran en la naturaleza como átomos individuales, y se representan mediante el símbolo del elemento: He, Ne, Ar, Kr, Xe o Rn.
Los halógenos y los demás elementos gaseosos se presentan siempre como moléculas diatómicas, formadas por la unión de dos átomos idénticos, por lo que se representan mediante el símbolo del elemento en cuestión con un 2 como subíndice: H2, N2, O2, F2, Cl2, Br2 o I2.
dioxígeno
La molécula de oxígeno es diatómica
El oxígeno también se encuentra en el ozono como molécula triatómica: O3.
El fósforo y el arsénico suelen presentar una estructura tetraatómica: P4 o As4.
El azufre y el selenio pueden formar moléculas con un mayor número de átomos por molécula: S6, S8 o Se8.
El carbono es capaz de generar estructuras con más de 20 átomos, de las cuales la más estable es la molécula C60, conocida como fullereno.
estructura-fullerenos
Fullereno
Los metales forman grandes redes, en las cuales todos los átomos participan en el enlace metálico, por lo que suelen representarse únicamente mediante el símbolo del elemento o, a lo sumo, cuando la estructura cristalina está bien definida, añadiendo el subíndice n (por ejemplo, Fen).
En muchas ocasiones, nos referimos a estas moléculas mediante el nombre del elemento (al decir hidrógeno u oxígeno, damos por hecho que nos referimos a la molécula diatómica de hidrógeno u oxígeno), aunque la IUPAC recomienda emplear los nombres sistemáticos para distinguir claramente cuándo nos referimos al elemento en sí, y cuándo a la forma molecular con la que aparece en la naturaleza.