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Durante los primeros años de su segundo gobierno, la política de Rosas para con los indígenas alternó tratados de paz y donaciones con campañas de exterminio. Solo después de la crisis que comenzó en 1839 la cambió por una política de paz permanente.
2º gobierno de Rosas (1835-52)
MINI RESÚMEN: Durante los primeros años de su segundo gobierno, la política de Rosas para con los indígenas alternó tratados de paz y donaciones con campañas de exterminio. Solo después de la crisis que comenzó en 1839 la cambió por una política de paz permanente.
Los conflictos internacionales durante el 2º gobierno de Rosas
Durante su gobierno, debido a la cesión por parte de las provincias del manejo de las relaciones exteriores, Rosas debió afrontar varios conflictos armados con países extranjeros. Entre ellos, los más importantes fueron con Francia e Inglaterra. Ambas potencias buscaban expandir su comercio exterior y acrecentar sus actividades económicas en el Río de la Plata.
En este contexto, el gobierno francés inició un bloqueo al puerto de Buenos Aires (1838), con la excusa de exigir para sus ciudadanos residentes en nuestro país la exclusión del servicio militar, tal como ocurría con los ingleses. El gobierno de Rosas se negó a aceptar el pedido y resistió hasta que los franceses se retiraron.
El otro conflicto se produjo también con Francia, pero esta vez aliada con Inglaterra. Ambos gobiernos resolvieron bloquear el puerto de Buenos Aires con el objetivo de detener la influencia de Rosas sobre la Banda Oriental y lograr la libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay, ya que ambas situaciones perjudicaban sus intereses. Frente a la presencia de naves inglesas y francesas (1845) preparadas para incursionar en los ríos interiores, Rosas organizó la defensa y, en la batalla naval de la Vuelta de Obligado, las fuerzas militares de la provincia impidieron el paso de los barcos extranjeros. Finalmente, Francia e Inglaterra retiraron sus naves y firmaron la paz con el gobernador de Buenos Aires.
La actuación de Rosas en estos conflictos le valió el reconocimiento de la población, que lo vio como un defensor de la independencia política y económica del país, lo cual contribuyó a aumentar su prestigio.
La oposición a Rosas
Para resolver los conflictos políticos y frenar cualquier manifestación de los opositores, el gobierno recurrió a la violencia: encarcelamientos, atentados contra la propiedad, censura de prensa y prohibición de libros.
Frente a la imposibilidad de expresar libremente sus críticas al gobierno o la oposición a determinadas decisiones y ante las persecuciones que sufrían, numerosos intelectuales debieron salir del país e instalarse en el extranjero (exilio).
Los principales opositores al gobierno de Rosas fueron los grupos dominantes de las provincias del Litoral (propietarios de extensas tierras y comerciantes), quienes exigieron los derechos de comerciar libremente por los ríos Paraná y Uruguay y de disponer de los ingresos de sus propias aduanas. Sus intereses coincidieron con los de algunos países extranjeros, como Brasil, también interesado en la libre navegación fluvial. Hacia fines de la década del treinta, la oposición contra Rosas adoptó formas violentas, a través de levantamientos militares encabezados por caudillos. No obstante, todos los intentos de acabar con su gobierno fueron derrotados.
En 1850, el gobernador de Entre Ríos, el caudillo rural Justo José de Urquiza, propietario de grandes extensiones de tierra en esa provincia, logró aglutinar a diferentes sectores opositores a Rosas. Junto al grupo de exiliados en Montevideo, algunos uruguayos y las fuerzas navales brasileñas, formaron la Triple Alianza. Ésta declaró la guerra a Buenos Aires y derrotó a su ejército en la batalla de Monte Caseros (1852).
La derrota de Rosas no destruyó el poder del grupo de estancieros de Buenos Aires; los conflictos entre distintos intereses continuaron, y entraron en una nueva etapa.