Respuestas
Respuesta:
Es aplicable a las realidades materiales y culturales de América Latina la hipótesis planteada por Nancy Fraser sobre una afinidad electiva entre el feminismo contemporáneo y el neoliberalismo? En diálogo crítico con esta hipótesis, este artículo analiza los cambiantes significados de las estrategias de liberación y la lucha por la autonomía de las mujeres en una época de economía de libre mercado y oenegización. Al mismo tiempo, busca captar las especificidades culturales de los feminismos latinoamericanos, así como ponderar su afinidad con los proyectos neoliberales.
Explicación:
Los legados feministas están siendo sometidos hoy a un examen creciente en muchas partes del mundo1. En Reino Unido, un informe reciente plantea si la justicia de género no habrá sido hasta ahora un mero «relato de progreso de las clases medias», en el que los avances en los estratos superiores han estado unidos a una indiferencia hacia las dificultades experimentadas por la mayoría de las mujeres2. En América Latina, África y buena parte del sur y el sureste de Asia, los ambiguos avances en los objetivos de las mujeres parecen inadecuados ante la devastación provocada por los programas de ajuste estructural. Hay, más en concreto, una creciente preocupación por la convergencia entre ciertas formas de feminismo y los objetivos del capitalismo neoliberal. Hester Eisenstein fue una de las primeras en analizar lo que describió como la «relación peligrosa» existente entre el capitalismo contemporáneo y un feminismo liberal ahora dominante. Nancy Fraser ha sugerido que la segunda ola del feminismo ha aportado «inadvertidamente» un ingrediente clave al nuevo espíritu del capitalismo neoliberal, al dejar a un lado las cuestiones de igualdad material y redistribución política y económica para favorecer las luchas por el reconocimiento de la identidad y la diferencia. En una respuesta a Fraser, Meg Luxton y Joan Sangster señalan también al feminismo liberal, no al feminismo de segunda ola en general, sosteniendo que su compatibilidad con el neoliberalismo no se basa en una «afinidad subterránea» entre los dos, como ha sugerido Fraser, sino que es explícita y estructural