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Respuesta:
La Primera Guerra Mundial es un acontecimiento histórico que está más presente en Francia que en cualquier otro país, quizá porque el Hexágono fue el escenario principal del conflicto y no hay aquí un pueblo o una ciudad –sobre todo en el norte y el este– que no tenga un monumento a los reclutas (llamados 'poilus') caídos por la patria.
«En nuestra historia, la Gran Guerra tiene un lugar especial. Es la prueba más difícil a la que se ha enfrentado jamás la población francesa. Es por ello que aún suscita, cien años más tarde y aunque todos los supervivientes han desaparecido, un interés e incluso una pasión que el tiempo no rebaja, sino que aviva», ha dicho François Hollande. «Nuestros abuelos y luego los libros no han transmitido el recuerdo del gas y las balas, el frío, el hambre, la privación, la rabia, el miedo y oler el hedor insoportable de la muerte», prosigue el presidente de la República. «Por eso Francia no puede olvidar, un siglo más tarde, a los hombres que descendieron al fondo de ese abismo, muchos de los cuales no regresaron. Más de 8 millones de franceses –una quinta parte de la población– fueron reclutados. Un millón cuatrocientos mil murieron y cientos de miles volvieron mutilados».
Respuesta
La Primera Guerra Mundial es un acontecimiento histórico que está más presente en Francia que en cualquier otro país, quizá porque el Hexágono fue el escenario principal del conflicto y no hay aquí un pueblo o una ciudad –sobre todo en el norte y el este– que no tenga un monumento a los reclutas (llamados 'poilus') caídos por la patria.
«En nuestra historia, la Gran Guerra tiene un lugar especial. Es la prueba más difícil a la que se ha enfrentado jamás la población francesa. Es por ello que aún suscita, cien años más tarde y aunque todos los supervivientes han desaparecido, un interés e incluso una pasión que el tiempo no rebaja, sino que aviva», ha dicho François Hollande. «Nuestros abuelos y luego los libros no han transmitido el recuerdo del gas y las balas, el frío, el hambre, la privación, la rabia, el miedo y oler el hedor insoportable de la muerte», prosigue el presidente de la República. «Por eso Francia no puede olvidar, un siglo más tarde, a los hombres que descendieron al fondo de ese abismo, muchos de los cuales no regresaron. Más de 8 millones de franceses –una quinta parte de la población– fueron reclutados. Un millón cuatrocientos mil murieron y cientos de miles volvieron mutilados».
Explicación:
dame corornita porfa