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Respuesta:
Un día, a la hora del recreo, llamaron a todos los niños al salón de actos. La Trunchbull mandó subir al estrado a Bruce Bogtrotter y le acusó entrar a la cocina con los calcentines en los tobillos y comerse su tarta especial de chocolate. Después, la cocinera trajo una gran tarta de chocolate. Los niños pensaban que contenía pimiento picante o que al cortarla explotaría. La señorita Trunchbull ordenó a Bruce que se comiera la tarta entera. Sus amigos pensaban que era imposible y se pondría enfermo. Pero el niño empezó a comer y a comer hasta que se la terminó. Entonces, todos los niños que estaban allí se pusieron a saltar y gritar. La directora se enfadó tanto que le tiró la fuente de porcelana a la cabeza, pero a Bruce no le pasó nada.