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Pues sucede que a mi tía, más o menos cuando tenia 13 o 14 se le ocurrió la idea de jugar a la wuija(creo que así se escribe :v), hicieron un grupo, todo estaba bien hasta que a una chica le dio miedo y quito la mano del tablero, entre todas esas personas que estaban ahí, justamente esa alma le tiene que perseguir a mi tía, ella dice que cuando se iba a bañar veía como una especie de sombra que se le acercaba a la puerta y le sonreia, de noche le jalaban los pies o le pegaban, todo los días era lo mismo, hasta que se lo contó a su abuela y ella viene y ns que fue lo que hizo pero encerró a esa alma en una moneda y luego la sello con una biblia, hasta el día de hoy esa biblia esta intacta, pero aun así después de eso ya fueron menos veces que se le aparecía esa cosa
grax por los puntos:3
Respuesta:
:7
Explicación paso a paso:
«Hubo una vez un emperador que convocó a todos los solteros del reino, pues era tiempo de buscar pareja a su hija.
Todos los jóvenes asistieron, y el rey les dijo: “Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros. Al cabo de seis meses deberéis traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino”.
Así se hizo. Había un joven que plantó su semilla, y en vano esperó a que la planta brotara. Mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas. Cuando pasaron los seis meses, todos los jóvenes desfilaron hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas.
El joven estaba muy triste, pues su semilla nunca germinó; ni siquiera quería ir al palacio, pero su madre insistía en que debía ir. Con la cabeza baja, y muy avergonzado, desfiló el último con su maceta vacía.
Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo, se rieron y se burlaron de él. En ese momento, el alboroto fue interrumpido por la entrada del rey. Todos hicieron una reverencia mientras el rey se paseaba entre las macetas, admirando las plantas.
Finalizada la inspección, hizo llamar a su hija. Convocó, de entre todos, al joven que llevó su maceta vacía. Los pretendientes se quedaron atónitos.
El rey dijo entonces: “Este es el nuevo heredero del trono, y se casará con mi hija. Os di una semilla infértil, y habéis tratado de engañarme plantando otras plantas. Este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, realista y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener”»