Respuestas
Respuesta:
En mi último artículo sostenía que el proyecto nacional español se debió más a un acto de voluntad política y a una ley uniformadora -legitimada por expresar una supuesta voluntad general-, que a la existencia de un sustrato cultural común que uniera a todos los pueblos asentados dentro y fuera del territorio peninsular. Es más, la diversidad cultural fue vista, por buena una parte de los representantes gaditanos, como una amenaza al proyecto de la nación española. Esto explica por qué la voluntad del conjunto de los individuos, el principio de soberanía y la ley constituyeron los pilares basilares del constructo nacional. Además, como el paso del tiempo no hizo más que confirmar la incapacidad de la clase política para articular un discurso cultural integrador del proyecto nacional, el discurso nacional siguió siendo marcadamente voluntarista a lo largo de todo el siglo XIX.