• Asignatura: Biología
  • Autor: andresfelipe1456
  • hace 5 años

LA MARIPOSA
«Una vez, a un gusanito muy feo, le daba tanta vergüenza verse en el espejo de las gotas de agua, que se encerró en su
propia saliva de seda, para que no le viera nadie. Y allá dentro, misteriosamente, le salieron unas alas muy grandes, y ya
no tenía que arrastrarse por el suelo. Se fue acercando a las flores más vistosas.
—Por favor, margarita, ¿me prestas tu amarillo? —Por favor, azucena, ¿me prestas tu blanco? —Por favor, rosa, ¿me
prestas tu rojo?
Y entre todas las flores le pintaron unas alas preciosas con todos sus colores.
Ya no le daba vergüenza salir... y volar... y jugar al escondite en el jardín. Todos decían que era la mariposa más bella de
la comarca. Y todos le invitaban a que gustase de los sabores de su polen y néctar.
Aquel día fue el más feliz de su vida. Y al atardecer, cuando ya no distinguía el color de las flores, se fue a descansar de
tanto vuelo
Junto a la luciérnaga, inteligente y sabia, que iluminaba las hojas.
— ¡Hola, mariposa!, ¿me dejas decirte un piropo? ... ¡Arco Iris! Has nacido para que te contemplen, para ser bella, para
alegrar la vida entre espinas y venenos. Ten cuidado con los escarabajos y pulgones que se esconden en el fondo de las
flores. No dejes que nadie te toque ni te roce, porque perderías tus colores, y sin ellos morirías. Volverías a ser un gusano
feo.
—Sabia luciérnaga, ¿qué tengo que hacer?, porque no me sé defender. —Volar siempre mirando al sol.»... Y el Niño Jesús
abrió sus ojos muy grandes, miró a los de su i Madre, y dijo goteando las sílabas:
—Ma... má, ma... ri... po... sa




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Respuestas

Respuesta dada por: jovaquel
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LA MARIPOSA

«Una vez, a un gusanito muy feo, le daba tanta vergüenza verse en el espejo de las gotas de agua, que se encerró en su propia saliva de seda, para que no le viera nadie. Y allá dentro, misteriosamente, le salieron unas alas muy grandes, y ya no tenía que arrastrarse por el suelo. Se fue acercando a las flores más vistosas.—Por favor, margarita, ¿me prestas tu amarillo? —Por favor, azucena, ¿me prestas tu blanco? —Por favor, rosa, ¿me prestas tu rojo?

Ya no le daba vergüenza salir... y volar... y jugar al escondite en el jardín. Todos decían que era la mariposa más bella de la comarca. Y todos le invitaban a que gustase de los sabores de su polen y néctar.

Junto a la luciérnaga, inteligente y sabia, que iluminaba las hojas.— ¡Hola, mariposa!, ¿me dejas decirte un piropo? ... ¡Arco Iris! Has nacido para que te contemplen, para ser bella, para alegrar la vida entre espinas y venenos. Ten cuidado con los escarabajos y pulgones que se esconden en el fondo de las flores. No dejes que nadie te toque ni te roce, porque perderías tus colores, y sin ellos morirías. Volverías a ser un gusano feo.—Sabia luciérnaga, ¿qué tengo que hacer?, porque no me sé defender. —Volar siempre mirando al sol.»...


andresfelipe1456: NO SIRVES
andresfelipe1456: para nada
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