Respuestas
Respuesta:
nos dice que tras de creer en la resurrección de Cristo es necesario creer en su ascensión, por la cual ascendió al Cielo a los cuarenta días. Y por eso se dice: "Ascendió a los cielos".
Acerca de su ascensión debes notar tres cosas.
Primeramente fue
a) sublime, b) racional y c) útil.
a) Fue sublime porque ascendió a los cielos. Y esto se explica de tres maneras.
Primero, por encima de todos los cielos materiales.1 Dice el Apóstol en Ef 4, 10: "Subió por encima de todos los cielos". Cristo fue el primero en realizar tal cosa. Antes, en efecto, el cuerpo terreno no existía sino en la tierra, tanto que aun Adán estuvo en un paraíso terrenal.
En segundo lugar, ascendió por encima de todos los cielos espirituales. Ef I, 20-22: "Sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero; y bajo sus pies sometió todas las cosas".
En tercer lugar, ascendió hasta el trono del Padre. Dan 7, 13: "Y he aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre, y llegó hasta el Anciano de los días"; y Marc 16, 19: "Y el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo, y se sentó a la diestra de Dios".
Pero no debemos entender lo de "diestra de Dios" de una manera corporal, sino metafóricamente: porque se dice que se sentó a la derecha del Padre, en cuanto Dios, esto es, por su igualdad con el Padre; y en cuanto hombre se sentó a la derecha del Padre, esto es, con los bienes más excelentes. Pero esto afectó al diablo: Is 14, 13: "Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el monte de la Alianza, en el extremo norte. Subiré por encima de la altura de las nubes, me asemejaré al Altísimo". Pero no llegó allí sino Cristo, por lo cual se dice: "Subió a ios cielos, y está sentado a la diestra del Padre". Salmo 109, I: "Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi diestra".
b) En segundo lugar, la ascensión de Cristo fue conforme a razón, porque fue hasta los cielos; y esto por tres motivos:
Primeramente porque el cielo se le debía a Cristo a causa de su naturaleza. En efecto, lo natural es que cada ser vuelva al lugar de donde es originario. Pues bien, el principio del origen de Cristo está en Dios, que es por encima de todo. Juan 16, 28: "Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre". Juan 3, 13: "Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo". Y aunque los santos suben al cielo, sin embargo esto no es como sube Cristo; porque Cristo sube por su propio poder, y los santos, atraídos por Cristo. Cant 1 , 3 : "Llévame en pos de ti". Pero puede decirse que nadie sube al cielo sino Cristo, porque los santos no ascienden sino en cuanto son miembros de Cristo, que es la cabeza de la Iglesia. Mat 24, 28: "Donde esté el cadáver, allí se juntarán las águilas".
En segundo lugar, se le debía a Cristo el cielo por razón de su victoria. Porque Cristo fue enviado al mun- do para luchar contra el diablo, y lo venció, y por lo mismo mereció ser exaltado por encima de todo. Apoc 3,21: "Yo vencí, y me senté con mi Padre en su trono".
En tercer lugar, a causa de su humildad. En efecto, ninguna humildad es tan grande como la de Cristo, que siendo Dios quiso hacerse hombre, y siendo Señor qui- so tomar la condición de siervo, haciéndose obediente hasta la muerte, como se dice en Filip 2, y descendió hasta los infiernos, por lo cual mereció ser exaltado has- ta el cielo, al trono de Dios. Porque la humildad es el camino de la exaltación. Luc 14, II: "El que se humilla será exaltado"; Ef 4, 10: "Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos".
c) En tercer lugar, la ascensión de Cristo fue útil, por tres motivos.
Primeramente por razón de conducción, porque ascendió para conducirnos. Pues nosotros ignorábamos el camino, pero El mismo nos lo mostró. Miqueas 2, 13: "Ascendió, abriendo camino adelante de ellos". Y para darnos la seguridad de la posesión del reino celestial. Juan 14, 2: "Voy a prepararos un lugar".
En segundo lugar, por razón de la seguridad que nos da. Pues subió al cielo para interceder por nosotros. Hebr 7, 25: "Ya que está siempre vivo para interceder por nosotros". I Juan 2: "Tenemos a uno que abogue ante el Padre, a Jesucristo".
En tercer lugar, para atraer nuestros corazones hacia El. Mt 6, 21: "Donde está tu tesoro, allí está también tu corazón"; y para que despreciemos las cosas tem- porales. El Apóstol en Colos 3, I: "Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios; gustad de las cosas de arriba, no de las de la tierra".
saludos!! ❤