Respuestas
A pesar del tenso clima que caracterizó las relaciones entre los gobiernos de Buenos Aires y de la Confederación Argentina en el período que transcurrió desde la batalla de Caseros (1852) a la de Pavón (1861), Gorostegui de Torres señala que en el mismo se lograron avances en dirección de la unificación económica. Las decisiones adoptadas en la reunión de San Nicolás en 1852 provocaron la división entre los hombres de gobierno de Buenos Aires y los de las provincias confederadas, no obstante lo cual algunas de las medidas adoptadas, especialmente las referidas a la agenda económica, no fueron objeto de discusión. Tal el caso de la abolición de los derechos de tránsito, que significaba la supresión de las aduanas interiores como un primer paso en dirección a una política económica única para todas las provincias de la Confederación Argentina (1). Sin embargo, las numerosas situaciones financieras de crisis que aparejó la guerra entre los Estados de Buenos Aires y de la Confederación llevaron a menudo a la creación de impuestos locales que gravaban las mercaderías en tránsito y constituyeron una regresión en la tendencia hacia la unificación económica inaugurada después de Caseros.
Además de la voluntad de acercamiento en términos económicos, la coyuntura internacional en la década de 1850-1860 resultaba favorable para los productos ganaderos, como resultado de la retracción rusa del mercado a consecuencia de la guerra de Crimea y del ciclo económico mundial positivo para la expansión de la actividad ganadera. Aunque estos factores influían positivamente en el desarrollo de los aspectos tradicionales de la economía argentina, su incidencia fue lenta en el período transcurrido entre la caída de Rosas y la llegada de Mitre a la presidencia. Más bien, los años de 1852 a 1861 fueron de ajuste y transición.